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Una respuesta a la crisis climática

Crisis climática


Volker Rehrmann*

A medida que aumenta la población, también incrementan los residuos que se generan.

Las soluciones lineales, en las que los productos son diseñados a partir de materiales vírgenes para ser utilizados y desechados sin buscar alternativas de una segunda vida, para gestionar residuos y reducir la energía utilizada, con el fin de generarlos, no han dado lugar a un mundo sostenible.

Es por eso que la concepción de una economía circular ha ganado popularidad. En una economía circular, los materiales se mantienen en uso constante durante el mayor tiempo posible.

Conforme los patrones de consumo se globalizan y la producción de plásticos crece, los desechos en países que carecen de infraestructuras sólidas de recolección a menudo se queman, entierran o arrojan al medioambiente, incluidos ríos y mares.

En consecuencia, se pierden recursos valiosos y reciclables, lo que significa que la industria recurre a materiales vírgenes para la fabricación de nuevos productos.

Esta forma de manejo de los recursos conlleva impactos ambientales considerables, como el agotamiento innecesario de los mismos, un mayor consumo de energía y un aumento de las emisiones de CO2.

El incremento de la producción, el cambio en los patrones de consumo y la creciente cantidad de residuos generados y eliminados de forma inapropiada, exigen una mayor cobertura de los sistemas nacionales de tratamiento de Clasificación de Residuos Mixtos (MSW, por sus siglas en inglés). Asimismo, requieren de nuevas alternativas de tratamiento con nuevos equipos y tecnología.

De acuerdo con diversos estudios del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, en México se producen 78,319,822.9 kilogramos de residuos cada día.

Con sólo 260 rellenos sanitarios a lo largo de todo el país, las urbes más grandes, como la Ciudad de México, se ven forzadas a depositar sus residuos en rellenos sanitarios y vertederos no controlados.

Aunado a lo anterior, México ocupa el puesto 14 entre los mayores emisores de CO2, según el Atlas Global de Carbono, convirtiéndose en el segundo país más contaminante de América Latina, después de Brasil.

Es por esta razón que es importante promover el reciclaje y las infraestructuras adecuadas de gestión de residuos (un sistema de gestión de residuos optimizado podría reducir las emisiones de CO2 en 2.76 mil millones de toneladas, en comparación con los métodos actuales de eliminación de residuos, y así ayudar a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la ONU para 2030).

En la economía circular, los materiales se devuelven constantemente al sistema de consume, lo que aumenta las tasas de reciclaje y reduce las emisiones de CO2.

En un estudio comisionado por TOMRA, Eunomia examinó qué combinación de prácticas de gestión de residuos proporciona las tasas de reciclaje más altas y la reducción más significativa de emisiones de CO2.

Los resultados obtenidos de esta investigación, como la posibilidad de reducir 2.76 mil millones de toneladas de CO2 por año, llevaron a la propuesta de un enfoque sólido que mejoraría la economía circular y también cumpliría los objetivos globales para un mundo más sostenible.

Sistemas Holísticos de Recursos

El modelo de Sistemas Holísticos de Recursos (SHR) consiste en un enfoque multimétodo que permite lograr altas tasas de recolección y clasificación de materiales.

Si bien las tasas de recolección y clasificación de un 60% se consideran “respetables” en la actualidad, los sistemas pueden ofrecer 500% más de productos nuevos hechos de contenido reciclado.

Los Sistemas Holísticos de Recursos integran técnicas de gestión de residuos diseñadas para responder a los desafíos regionales de gestión de recursos y minimizar su impacto en el planeta.

Se construyen con base en políticas y enfoques actuales, tanto a nivel nacional como regional. La ventaja única de usar este enfoque es su capacidad para adaptarse a las exigencias del lugar y sus necesidades futuras.

Los SHR se componen de tres elementos:

  • Los esquemas de devolución de depósitos (DRS, por sus siglas en inglés) para envases de bebidas de metal y PET maximizan el acopio de material de alta calidad, con intensa huella de carbono, mientras que reducen el desperdicio.
  • La clasificación de residuos mixtos (MWS, por sus siglas en inglés) genera un reciclaje adicional que va más allá de lo que pueden aportar otros elementos. Este proceso también reduce las emisiones y devuelve el material al sistema para su incorporación a nuevos productos, en los que equipos de clasificación mecánica son un complemento al acopio selectivo.
  • La recolección separada de desechos orgánicos, papel, envases de vidrio, textiles y desechos electrónicos garantiza el máximo beneficio en huella de carbono al reciclar materiales. La clasificación mecánica para complementar el acopio separado siempre será necesaria para lograr los objetivos.

Los Sistemas Holísticos de Recursos ofrecen la capacidad de producir las tasas más altas de acopio de residuos, lo que reduce la contaminación de los materiales reciclables y maximiza la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Sabemos que la composición de los materiales cambiará inevitablemente con el tiempo y que tener un sistema que se adapte gradualmente a estos cambios puede conducir a un futuro ecológico sostenible.

*Volker Rehrmann es EVP y Jefe de Reciclaje/Minería y Economía Circular en TOMRA.

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