Cómo las startups en Latinoamérica se fortalecen en tiempos de resiliencia

Los emprendedores tienen un papel protagonista en la transformación de las sociedades y en el desarrollo de las economías emergentes, como es el caso de Latinoamérica

En el caso específico del emprendimiento tipo startup, sin duda ha representado un motor para los más de 500 millones de emprendedores que existen en el mundo, de acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM).

Este modelo de negocios escalable que se apoya de la tecnología e innovación ha tenido un crecimiento récord en América Latina en los últimos años: en 2021, aseguró 760 rondas y más de 10 mil millones de dólares en inversiones (un crecimiento del 194 por ciento en comparación con 2020, según números de la plataforma de análisis y data Sling Hub).

Los datos de la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina (LAVCA, por sus siglas en inglés) y de la plataforma de información empresarial Crunchbase, revelan también el hito latinoamericano con más de 15 mil millones de dólares en inversiones de capital de riesgo tan sólo durante el primer semestre del año pasado.

Emprendedores en Latinoamérica

El boom de las startups latinoamericanas no ha ocurrido de la noche a la mañana, sino paulatinamente: los emprendedores de la región han tenido que mantener un enfoque más allá de su rentabilidad, principalmente durante los últimos dos años, para evolucionar y sobrevivir a la crisis.

Los principales retos que han enfrentado son la dificultad para sobrevivir al primer año de vida, flujo de capital, reducción de costos para mantenerse competitivos y, en muchos casos, ajustes en el modelo de negocio. Debido a esto, han desarrollado un alto nivel de resiliencia para adaptarse a un entorno en constante cambio.

Así lo vivió la startup Picap con su plataforma de soluciones de logística Pibox, que se vio en la necesidad de tomar medidas para sobrellevar la crisis y, al mismo tiempo, seguir innovando dentro de su sector con nuevas líneas de negocio adaptadas a la nueva normalidad.

El papel de la resiliencia

“La resiliencia fue la principal lección que nos dejó la pandemia, fue la oportunidad de crecer en medio de la crisis. Nos enseñó que, para avanzar, debemos hacerlo en el menor tiempo posible y con las herramientas que se tengan en el momento. Con poco nos dimos cuenta de que podíamos hacer mucho: optimizar tiempos, tareas, usar la creatividad y la recursividad, descubrir talentos”, explica Daniel Rodríguez, CEO de Picap.

Una forma de fortalecerse en uno de los momentos más duros de su historia fue robustecer su servicio Pibox, la línea de mensajería B2C y B2B, con nuevas tecnologías para automatizar procesos de entrega y abrir las opciones de oferta para los usuarios.

“Justo al iniciar la pandemia, todos estábamos encerrados y los viajes con la app decrecieron en un 75 por ciento”, explica Daniel, “entonces creamos un dashboard con múltiples opciones vehiculares dentro de nuestra flota de mensajería: a las motos se sumaron carrys, vans, camiones, bicicletas… Esto ha permitido que, casi tres años después, estemos cerca de haber realizado, satisfactoriamente, un millón de servicios de mensajería en cuatro países de Latinoamérica”.

Picap y las líneas de negocio

Para generar ingresos y sostener la compañía, Picap creó en el menor tiempo posible otras líneas de negocio y respondió rápidamente a las necesidades del momento.

Fortalecer su servicio de mensajería le permitió responder a las necesidades de los usuarios en la nueva normalidad, bajo una promesa de inmediatez en una sociedad que se acostumbró a comprar en línea y recibir sus productos lo más pronto posible hasta la puerta de su casa.

La logística, que incluso ha sido relevante en estrategias y tácticas militares, pero nunca tan visible para el usuario final, se convirtió en el verdadero ADN de la compañía y todo el personal: el objetivo no sólo era moverse rápido, sino moverse de manera estratégica para responder al cliente con la máxima efectividad.

“El e-commerce creció en demanda y, con este crecimiento, aumentaron las exigencias en un sistema de mensajería eficaz e inmediato. La pandemia nos dio la oportunidad de visibilizar la importancia de la logística. Para nosotros, darle un buen ritmo a la logística en Colombia se ha convertido en nuestra prioridad”, asegura el CEO de Picap.

Las condiciones económicas, sociales e incluso geográficas de Latinoamérica han impactado en los emprendedores y su forma de desarrollar negocios; además de ir un paso adelante, encuentran soluciones intuitivas para sortear los obstáculos. Entonces ven los retos no como un problema, sino como una oportunidad.

Startups en tiempos de pandemia

Aunque la pandemia obligó a las startups a reducir costos y llegar a prescindir de los servicios de empleados y colaboradores, la curva naturalmente comienza a invertirse y los emprendimientos comienzan a repuntar a más de un año de la pandemia.

“Al no haber servicios en la app, hubo un déficit en la carga laboral. Teníamos entonces un sobrecupo de empleados para la carga de trabajo que existía, por eso nos quedamos sólo con una parte del equipo. Pero hoy en día, volvimos a crecer e incluso somos más grandes y rentables de lo que éramos antes de la pandemia, y muchos de nuestros colaboradores volvieron para trabajar con nosotros”, puntualiza Daniel.

Las condiciones de los últimos tiempos y los desafíos propios de la región han contribuido para que las startups de Latinoamérica tengan mayor resiliencia frente a la crisis, se mantengan más sólidas y sean más resolutivas frente a los problemas.

“Toda decisión es un aprendizaje, cada desafío es una lección, cada reto es una oportunidad. Hemos tomado muchas decisiones a partir de momentos de crisis, pero siempre pensando con cabeza fría y a largo plazo. Esas decisiones han repercutido en nuestro armazón tecnológico y la experiencia de usuario que queremos que encuentren en la app de Picap”, finaliza Daniel Rodríguez.

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