Las operaciones de carga requieren “un plazo mínimo de 360 días naturales para concretar una adecuada migración”, señaló la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero)

El gobierno federal proponía 90 días para realizar un adecuado cambio. Sin embargo, reubicar el personal operativo, gestionar la contratación y capacitación de nuevo personal implica más tiempo, indicó la Canaero.

“La completa migración de operaciones a otros aeropuertos en un plazo de 90 días hábiles es inalcanzable y pondría en riesgo la seguridad de las operaciones de carga aérea en el país, la industria requiere un plazo mínimo de 360 días naturales para concretar una adecuada migración”, advirtió la Canaero.

Esto en respuesta al borrador de decreto difundido el martes por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) y de próxima publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Prevé afectaciones

De acuerdo con la Cámara, trasladar el servicio exclusivo de carga a otras terminales de “manera apresurada afectará de manera significativa el correcto funcionamiento de la cadena de suministro, mermando la competitividad de la industria” e impactando cientos de empleos directos e indirectos que las operaciones de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) generan.

Una decisión precipitada, agregó, “de mover la operación del AICM a otros aeropuertos, generaría un problema logístico para las empresas que comparten aeronaves de carga” junto con sus operaciones en los aviones.

Incrementarán costos

Además, la Canaero considera que habría un aumento de los costos para los importadores y exportadores por la duplicidad de servicios, esto afectaría también los precios de transporte terrestre, de aduanas y servicios logísticos; puesto que la legislación aduanera actual prohíbe el tránsito de varías mercancías fuera de los recintos fiscales.

Por otro lado, la necesidad de transportar vía terrestre la carga entre los dos aeropuertos saturará las ya congestionadas vías de acceso a Ciudad de México hasta el AICM.

“Si bien la autoridad ha expresado que no se tendrá problema para la migración de estas rutas, a la fecha no se ha recibido ninguna confirmación oficial por parte de la Federal Aviation Administration (FAA)”, dijo Canaero.

En ese sentido, la Cámara dijo que la actual degradación a categoría 1 por parte de la FAA estadounidense no permite agregar nuevas rutas. De modo que el decreto afectaría principalmente a las aerolíneas nacionales, generando una desventaja competitiva, pues las empresas estadounidenses sí pueden continuar con la apertura de nuevas conexiones.

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