La Comisión Nacional del Agua (Conagua) exhorta a evitar el uso de ríos, presas y lagunas como balnearios y llama a reflexionar sobre el valor del agua en Semana Santa, y su uso responsable en estas festividades cargadas de simbolismo
Agua es sagrada, pero escasa
Durante la Semana Santa, el agua cobra un significado espiritual profundo: es símbolo de renovación, limpieza y vida. En la tradición cristiana, Jesús lavando los pies de sus discípulos en el Jueves Santo representa la humildad y el servicio. Asimismo, la bendición del agua bautismal durante la Vigilia Pascual evoca la renovación de la fe y el renacer espiritual.
Pero más allá del simbolismo, la Conagua recuerda que el agua no solo es sagrada, sino escasa. En un contexto de creciente estrés hídrico en muchas regiones de México, hace un llamado a la población para hacer un uso consciente y responsable del recurso, particularmente en estos días de descanso y celebración.
Con motivo de Semana Santa, la Comisión exhorta a la población a abstenerse de utilizar los cuerpos de agua nacionales como balnearios o albercas públicas, principalmente por razones de seguridad. “En la mayoría de ríos, lagos, lagunas, presas y canales de riego se presentan fuertes corrientes de agua y desniveles continuos o socavones. por lo que nadar en esos cuerpos de agua es riesgoso para la población, particularmente para los menores de edad”, advierte la dependencia.
A esto se suman otros peligros, como las bajas temperaturas, que pueden provocar calambres en piernas y brazos. O, la presencia de lodos, que podrían impedir los movimientos e incluso atrapar a las personas. Por ello, durante esta temporada, se pide a madres, padres y cuidadores extremar precauciones con los más pequeños.
Conagua también destaca que, aunque sus brigadas trabajan en coordinación con los sistemas de protección civil de los tres órdenes de gobierno, “la participación de todas las personas es fundamental para preservar la seguridad y la vida propia y de los demás”.
Un Sábado de Gloria sin gloria para el agua
En ciudades como Guadalajara o la Ciudad de México, donde el abasto de agua enfrenta retos importantes, ya se han implementado medidas para evitar su desperdicio durante el Sábado de Gloria, día en el que tradicionalmente algunas personas se mojan como parte de la festividad. El Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) garantizó el suministro de agua durante la Semana Santa, pero también hace un llamado a evitar el derroche, promoviendo duchas cortas y reutilización del agua. En la capital del país, incluso se han establecido sanciones para quienes tiren agua en la vía pública.
Además, en destinos turísticos como Rosarito o Sayulita, se ha detectado contaminación en cuerpos de agua por descargas residuales, lo que muestra otro ángulo del problema: no solo se trata de no desperdiciar, sino también de evitar contaminar lo poco que tenemos.
La Semana Santa puede ser una oportunidad para renovar el espíritu, pero también para reflexionar. Como dice el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, el compromiso con este recurso vital debe ser compartido por los sectores público, privado y social.
Así como desde la perspectiva católica Jesús dio ejemplo de servicio al lavar los pies de sus discípulos, hoy puedes honrar ese gesto cuidando el agua. No necesitas empaparte para renovar la fe. Basta con actuar con conciencia. Que esta Semana Santa te inspire no solo a mirar hacia el cielo, sino también hacia nuestros ríos, lagunas y presas, y a protegerlos como lo que son: fuentes de vida.