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La IA como aliada contra el desperdicio de alimentos

Desperdicio de alimentos


Cada año, cerca de 1,300 millones de toneladas de desperdicio de alimentos son registradas en el mundo, lo que representa un tercio de toda la producción destinada al consumo humano, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Además del impacto social, el desperdicio de alimentos genera consecuencias ambientales significativas, contribuyendo al 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

En este contexto, reducir el desperdicio de comida se ha convertido en un desafío prioritario para gobiernos, empresas y ciudadanos. Las compañías del sector alimentario, al estar en el centro de la cadena de suministro, han comenzado a implementar soluciones tecnológicas innovadoras que buscan minimizar las pérdidas y contribuir a la sostenibilidad del sistema.

Nestlé y la inteligencia artificial contra el desperdicio de alimentos

Una de las iniciativas más innovadoras en esta área ha sido liderada por Nestlé, que ha comenzado a probar una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por Zest en una de sus fábricas en Reino Unido. Esta tecnología permite monitorear, rastrear y analizar en tiempo real los alimentos comestibles descartados, con resultados sorprendentes: en solo dos semanas, Nestlé logró reducir el desperdicio en un 87%, mejorando considerablemente la eficiencia operativa de su planta.

Gracias a este sistema, la empresa estima que podrá rescatar hasta 700 toneladas de excedentes de alimentos de calidad, lo que equivale aproximadamente a 1.5 millones de comidas redistribuidas. Además, esta iniciativa evitaría 1,400 toneladas de emisiones de CO₂ y generaría ahorros de hasta 14 millones de libras en costos de operación, según las proyecciones iniciales.

Entre los productos detectados por la herramienta se encuentran barras de KitKat rotas o alimentos con fechas de caducidad cortas, que aunque son comestibles, no resultan rentables bajo el modelo de venta tradicional. Según Alina Sartogo, cofundadora de Zest, el valor de esta tecnología radica en su capacidad para revalorizar estos productos mediante el uso de información estratégica.

El software de Zest se lanzará al mercado bajo un modelo de suscripción en marzo del próximo año, tras completar varias pruebas piloto con distintos fabricantes. Su potencial de escalabilidad es considerable, especialmente en industrias con cadenas de suministro complejas y altos volúmenes de producción.

Evitar el desperdicio de alimentos: un imperativo en la industria

Las empresas del sector alimentario han dejado de ver la reducción de desperdicio como una medida simbólica y la han convertido en un requisito operativo y reputacional. Tecnologías como Zest no solo ayudan a disminuir pérdidas económicas, sino que también alinean las operaciones con los estándares internacionales de sostenibilidad.

Nestlé ha comprendido que la inteligencia artificial no solo permite una gestión más eficiente del desperdicio, sino que también aprende, predice y optimiza procesos de producción, creando un sistema más circular. Este enfoque facilita además la transparencia empresarial, ofreciendo a reguladores, inversionistas y consumidores un compromiso claro con la reducción del impacto ambiental.

Colaboraciones clave para maximizar resultados

La implementación de esta tecnología ha sido posible gracias a la colaboración de diversas organizaciones. En el segundo piloto del sistema participaron entidades como Sustainable Ventures, FareShare, FuturePlus, Howard Tenens Logistics, Google Cloud y Nestlé, lo que demuestra que la cooperación intersectorial es fundamental para escalar este tipo de soluciones.

FareShare, una organización que redistribuye alimentos a más de 8,000 entidades benéficas en Reino Unido, ha destacado que este sistema podría transformar su capacidad operativa. Con un monitoreo más preciso, optimizarían la recepción y entrega de productos rescatados, reduciendo costos logísticos.

Por su parte, Innovate UK, la agencia gubernamental británica de innovación, ha destinado 1.9 millones de libras al proyecto a través de su programa BridgeAI. Esra Kasapoglu, directora de IA y economía de datos de la entidad, afirmó que tecnologías como esta podrían cambiar el modelo de abastecimiento y distribución de alimentos, reduciendo emisiones y mejorando la eficiencia del país en seguridad alimentaria.

La IA como aliada en la lucha contra la inseguridad alimentaria

Evitar el desperdicio de comida es una estrategia clave para fortalecer la seguridad alimentaria a nivel global. La inteligencia artificial permite identificar en tiempo real los puntos críticos de pérdida, mejorando la distribución equitativa de recursos.

Además, esta tecnología ofrece un mayor nivel de trazabilidad y resiliencia ante crisis. Al prever qué alimentos podrían desperdiciarse y redirigirlos a otros usos, se reduce la presión sobre el sistema y se incrementa la capacidad de respuesta de las cadenas de suministro.

Con este enfoque predictivo y colaborativo, los alimentos que no llegan a los estantes pueden cumplir una función social, transformando un pasivo ambiental en un activo solidario y rentable.

Tecnología para alimentar al mundo

La lucha contra el desperdicio de alimentos ha encontrado en la inteligencia artificial una herramienta poderosa y transformadora. Soluciones como Zest permiten que millones de alimentos se incorporen al sistema alimentario, beneficiando tanto a la sociedad como al medio ambiente.

La experiencia de Nestlé demuestra que la tecnología, cuando se alinea con valores de sostenibilidad, puede ser una vía eficaz para reducir la desigualdad alimentaria. La clave ahora es sumar más actores y replicar buenas prácticas. También consolidar cadenas de suministro que no solo produzcan, sino también contribuyan a un sistema más justo y eficiente.

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