En la Ciudad de México, el Centro Educativo a Favor del Niño, una institución de asistencia privada, trabaja desde hace más de ocho décadas con una misión clara: garantizar que niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad o desatención familiar puedan ejercer su derecho a la educación, la salud, la nutrición y una vida digna.
Su modelo educativo es reconocido por articular el desarrollo académico con el bienestar integral. A través de un acompañamiento cercano y personalizado, el centro no solo busca que las y los estudiantes concluyan sus estudios, sino que aprendan a construir un proyecto de vida sólido, autónomo y con sentido.
Entre sus programas destacan Educación Integral, que ofrece formación escolar desde preescolar hasta secundaria; Nutrición y Salud, que brinda alimentación balanceada y atención médica preventiva; y Desarrollo Humano y Psicoemocional, enfocado en fortalecer la autoestima, la gestión emocional y las habilidades sociales. Además, el programa Vinculación Comunitaria promueve la participación activa de las familias y de la comunidad en el proceso educativo.
“(Nuestra visión) es transformar los patrones sociales de nuestras niñas, niños y adolescentes mediante educación de calidad y atención integral, que les permitirá acceder a mejores oportunidades con el objetivo de que contribuyan positivamente con la sociedad”, detalla la institución en su página oficial.
Un modelo reconocido internacionalmente
El reconocimiento al modelo del Centro Educativo a Favor del Niño radica en su visión integral: entiende que aprender no solo ocurre en los salones de clases, sino también en los espacios donde se construye confianza, bienestar y sentido de pertenencia. Su enfoque ha permitido que cientos de niñas y niños transformen sus historias de vulnerabilidad en trayectorias de vida con mayores oportunidades.
Recientemente, la institución recibió un reconocimiento del World’s Best School Prize 2025 en la categoría Community Collaboration, convirtiéndose en la primera escuela mexicana en recibir este galardón. El premio destacó su capacidad redefinir el concepto de cuidado infantil, de tejer redes de apoyo con las familias y su compromiso por romper el ciclo de la pobreza a través de la educación y la comunidad.
“De ser simplemente una escuela a convertirse en una comunidad colectiva donde todos los participantes trabajan juntos para dar forma al resultado, Centro Educativo A Favor del Niño está rompiendo el ciclo de pobreza intergeneracional para garantizar que cada niño tenga la oportunidad de prosperar más allá del aula”, comparte el sitio web del galardón.
Con 84 años de historia, el Centro demuestra que la educación puede ser una herramienta de transformación social cuando se construye desde la empatía y el acompañamiento integral. Su labor confirma que invertir en la niñez no solo cambia vidas, sino comunidades.
