Las suculentas guardan la energía del sol y almacenan agua, gracias a sus cutículas gruesas también guardan nutrientes dentro de sus hojas. De ahí que tienen un gran potencial para producir electricidad 

Las células vegetales fotosintéticas producen constantemente electricidad que puede transportarse para alimentar un circuito externo, según un estudio de American Chemical Society (ACS). La luz del sol cae sobre las hojas e impulsa un flujo de electrones desde el agua, lo que resulta en la generación de oxígeno y azúcar.

Todo este material interno podría usarse como una solución de electrolitos en una celda electroquímica. Este proceso es conocido como fotosíntesis.

Producen 0.28 Volts

Para la investigación, se creó una célula solar viva con la ayuda de ánodos de hierro y cátodos de platino insertados en las hojas de una Corpuscularia lehmannii, una suculenta muy especial. Así protones dentro de la hoja pudieron combinarse para formar gas hidrógeno en el cátodo.

Así los investigadores lograron generar 0.28 Volts, mientras cuando conectaban las hojas a un circuito se producían 20 µA/cm2 de fotocorriente. Como una verdadera célula fotovoltaica viva, si se exponía a la luz, la hoja era capaz de producir corriente de manera continua. ¡Y tan solo con una hoja!

Por lo que, conectar varias hojas haría que la tecnología fuera aplicable a escalas mayores. La energía generada y la obtención de hidrógeno abre paso al desarrollo de tecnologías sostenibles y multifuncionales. Un futuro donde las granjas de energías sean renovables y que resuelvan las necesidades energéticas de las urbes sin dañar el medio ambiente.

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