Realizan desalinización con sistema de raíces artificiales
Imagina que algún día los tomates y lechugas provinieran del mar; científicos italianos anunciaron un prototipo de desalinización de bajo coste que se comporta como las raíces de las plantas, y además solo requiere energía solar.
La desalinización del agua o desalación del agua es el proceso de separación de sales de agua de mar; para convertirlas en agua para el consumo humano, uso industrial o agrícola. Debido al poco porcentaje (4%) de agua dulce que existe en el mundo y al consumo exacerbado del recurso, cada día se hace necesaria la desalación de agua salobre.
Parecido a manglares
Sin embargo, el reto es conseguir esto de manera barata y lo menos contaminante posible. Un grupo de jóvenes investigadores del Departamento de Energía del Politecnico di Torino en Italia encontró una solución basada en la energía solar y en un dispositivo relativamente sencillo. Como muchas de las últimas innovaciones, se trata de una tecnología biomimética. En este caso con raíces de las plantas.
En el reino vegetal la absorción de la humedad se lleva a cabo por medio de las raíces, sin necesidad de sistemas mecánicos de bombeo. Muchas plantas, de hecho, son capaces de sobrevivir en terrenos salinos, filtrando la sal del medio, tal como sucede en los manglares que crecen sobre el agua.
Tecnología sencilla
El nuevo dispositivo de desalación recurre a un material poroso de bajo coste que también prescinde de bombas de agua. Le basta con flotar encima del agua para ir absorbiéndola. A continuación, por medio de energía solar, se calienta el agua absorbida y se lleva a cabo un proceso de evaporación para purificarla. Además, el aparato cuenta con unas membranas que separan el agua dulce de la salada. Se trata, en términos de sus inventores, de una tecnología “pasiva” que, gracias a su sencillez mecánica y a la utilización de energía solar, no requiere apenas asistencia humana ni fuentes de energía exógenas.
Este proyecto se centra en maximizar la absorción de radiación solar y optimizar la gestión de la energía solar termal disponible. Con ello evita el desafío común de los sistemas pasivos de una eficiencia energética escasa. Así reciclan el calor sobrante en cada ciclo de evaporación. El resultado es una capacidad de generación de hasta veinte litros de agua diarios por metro cuadrado.
La tecnología que han creado es el fruto de dos años de trabajo y ensayos con prototipos de desalación en el mar de Liguria hasta encontrar el modelo óptimo. Ahora están en busca de socios industriales que les permitan escalar el proyecto y desarrollar modelos con mayor durabilidad. Sin duda, este invento tecnológico es una buena noticia especialmente para zonas costeras con dificultades de acceso al agua potable y sin recursos para instalar costosas plantas desaladoras. Pues el sistema podría ser un buen aliado en caso de situaciones de emergencia como un tsunami.
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