El riego tecnificado agrícola es una opción para un uso más preciso del agua. Debido a que este recurso vital es agotable y tanto el cambio climático como el mal uso del mismo ha llevado a que cada vez haya más escasez, es importante mejorar el empleo del agua, por ello, a continuación te compartimos cinco beneficios de la tecnificación de riego

La tecnificación de riego proporciona la cantidad de agua necesaria en el momento y lugar adecuado. Es como si cada una de nuestras plantas tuviera su botellita personalizada a sus requerimientos.

Agregar agua en el sitio adecuado

El agua va exactamente a las raíces de las plantas. Con lo que se evita que el agua corra por espacios que no la necesitan.

Aumento en la producción

Las plantas reciben la cantidad justa de agua, lo que las hace más fuertes y productivas.

Ahorro económico

Al evitar el uso excesivo de agua, ahorramos en costos, beneficiando tanto a nuestros bolsillos como al medio ambiente.

Protección del medioambiente

Evita el exceso de humedad, lo que ayuda a mantener la estructura del suelo y a prevenir la erosión.

Disminución de impacto ambiental

Al reducir la cantidad de agua utilizada en la agricultura, se disminuye la presión sobre los recursos hídricos locales y se conserva el entorno natural.

Sistemas de riego

Por goteo

El agua cae lentamente, gota a gota, justo en las raíces de las plantas. Esto ayuda a que reciban la cantidad adecuada de agua sin desperdiciar.

Por aspersión de baja presión

El agua se dispersa en forma de pequeñas gotas, a través de aspersores. Es ideal para áreas de cultivo extensas.

Subterráneo

El agua se aplica a través de tuberías subterráneas. Ayuda a que el recurso llegue directamente a las raíces y minimiza las pérdidas por evaporación.

Automatizado

Se acompaña de sensores y computadoras inteligentes que miden el nivel de humedad del suelo y la temperatura para liberar agua en cuanto la planta lo requiera.

En México, contamos con 653 acuíferos, de los cuales el 63% tienen buena disponibilidad. Estos sirven como conducto de transmisión de agua subterránea a zonas de recarga como pueden ser lagos, pantanos, manantiales, pozos u otras estructuras de captación.

También, se tienen 757 cuencas hidrológicas, de las que 653 cuentan con buen nivel de agua para la distribución. En estas cavidades naturales se acumula agua de lluvia. Así circula hacia una corriente principal y finalmente llega a un punto común de salida.

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