Conoce 3 tecnologías para una transición energética
La descarbonización es uno de los grandes objetivos de las empresas y los gobiernos hacia un mundo más consciente con el uso de los recursos naturales de manera eficiente. Para ello existen tres tecnologías para una transición energética justa
Para descarbonizar la producción de energía es importante actuar tanto en la forma en que producimos esa energía como en la forma en la que la consumimos en sus muchos usos finales. En las últimas décadas se han desarrollado una serie de tecnologías que jugarán su papel en la transición energética.
Renovables: eólica y solar
Son las dos tecnologías de producción eléctrica limpias que son rentables en la actualidad. Su gran desafío es que necesitan un respaldo, ya que su producción no es constante. En la actualidad, la mayor parte de ese respaldo se proporciona quemando carbón o gas y en las centrales nucleares,que tampoco emiten CO2.
Hidroeléctricas reversibles y bombeos
Las presas y las centrales hidroeléctricas son el método más antiguo de producir electricidad. En los últimos años, además, se están convirtiendo en un importante respaldo para las renovables mediante las centrales reversibles. Estas aprovechan la energía sobrante en los momentos de máxima producción renovable para bombear agua a un embalse a mayor altura. Cuando baja la producción renovable, ese agua se libera y se utiliza para generar electricidad.
Baterías
Hoy por hoy, siguen siendo un método de almacenamiento demasiado costoso a gran escala, aunque sus precios no han dejado de bajar. El gran problema es que no poseen inercia, por lo que si algo falla pueden comprometer la seguridad de todo el sistema eléctrico.
“Para que el sistema eléctrico tenga garantías es importante que haya inercia, que haya ejes que se muevan y que giren, como en las turbinas. Si interrumpes la fuente de suministro, el eje no se para de forma instantánea, sino que sigue girando por su inercia y pierde velocidad poco a poco”, explica Jorge Sanz, director asociado en la Práctica de Energía y Medioambiente de la consultora NERA.
“Así, la caída de la producción eléctrica es gradual y el operador del sistema eléctrico tiene margen para poner en marcha otras instalaciones de generación y evitar una caída de todo el sistema”, agrega.
Además de estas tecnologías, existen otras de menor rentabilidad o en un estado más temprano de desarrollo que, si bien no representan una solución definitiva, pueden contribuir a descarbonizar usos concretos de la energía. Los biocarburantes o los carburantes sintéticos avanzados, por ejemplo, nunca llegarán a ser competitivos frente a los vehículos eléctricos, según Sanz, pero sí podrían servir para reducir las emisiones de aquellos transportes que no se puedan electrificar.
En ese grupo también entrarían el biometano (que actualmente se está estudiando como solución para descarbonizar el transporte marítimo) y el hidrógeno renovable (también llamado verde), que podría ser una solución para la aviación o para las industrias que necesitan producir altas temperaturas, inalcanzables de forma eficiente mediante un sistema eléctrico.
Por último, también existen tecnologías para reducir la demanda final de energía, como todas aquellas destinadas a la rehabilitación energética de los edificios.
LEER MÁS → Usan barco de carga con energía eólica para reducir emisiones