¿Cómo afecta el síndrome de ovario poliquístico?
El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una disfunción endocrino-metabólica que afecta de manera significativa la salud y la calidad de vida de entre el 5-10% de las mujeres en edad reproductiva, así indica Marta Massip-Salcedo, directora de la especialización de Nutrición y Estilos de vida saludables de la Mujer de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
Se estima que aproximadamente el 70% de mujeres con SOP no están diagnosticadas. Por ello, es muy importante conocer más acerca de esta afectación. En este artículo Massip responde preguntas sobre una de las enfermedades más frecuentes en estos tiempos en las mujeres.
¿Qué es el síndrome de ovarios poliquísticos?
El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una disfunción endocrino-metabólica que afecta de manera significativa la salud y la calidad de vida de entre el 5-10 % de las mujeres en edad reproductiva. De hecho, es el trastorno hormonal más frecuente en mujeres jóvenes, aunque muchas veces muchas de ellas desconocen que lo tienen: se estima que aproximadamente el 70 % de mujeres con SOP no están diagnosticadas.
Es importante no confundir el SOP con tener una imagen ecográfica de ovarios poliquísticos: aunque ambas condiciones pueden compartir una imagen ecográfica poliquística de los ovarios —en el caso de chicas adolescentes con SOP la imagen ecográfica suele ser normal, sin quistes—, la principal diferencia entre SOP y ovarios poliquísticos es que en este último caso no suele haber ninguna implicación endocrino-metabólica ni de fertilidad.
La etiología del síndrome del ovario poliquístico no está clara, pero diversos estudios sugieren que es multifactorial y que tiene un componente genético complejo. Además, parece ser que los factores ambientales y de estilo de vida (epigenética y programación fetal en el vientre materno) también intervienen en su progresión y manifestación.
Los síntomas del síndrome del ovario poliquístico
Esta patología se caracteriza por una serie de manifestaciones clínicas que pueden generar complejos e impactar de manera importante en la calidad de vida de las mujeres jóvenes: exceso de vello, acné, alopecia, sobrepeso en la parte central del cuerpo e infertilidad. El SOP también se caracteriza por hiperandrogenismo (exceso de hormonas masculinas, existencia de grasa ectópica —visceral, no subcutánea—) y cierto grado de resistencia a la insulina, con niveles elevados de insulina en ayunas que pueden llevar a situaciones de obesidad y sobrepeso e incluso a desarrollar diabetes de tipo 2.
Resistencia a la insulina
Es una condición en la que la insulina se sintetiza en grandes cantidades, pero no es capaz de hacer su función correctamente —que es la de almacenar la glucosa—. Esto hace que se inicie un círculo vicioso de producción de más insulina para intentar mantener los niveles de glucosa en sangre en niveles adecuados, si esto no se consigue se puede acabar desarrollando la diabetes de tipo 2.
¿Y qué pasa si tenemos resistencia a la insulina y los niveles de insulina altos de manera constante? Pues que se producen más andrógenos (hormonas masculinas) y, por lo tanto, habrá niveles elevados de hormonas masculinas circulantes, lo que impide que los ovarios funcionen de manera correcta y que se ovule. Esta es, precisamente, una de las características típicas del SOP: la ausencia de ovulación (anovulación) u ovulaciones irregulares, que se traducen en problemas de fertilidad. De hecho, muchas mujeres son diagnosticadas de esta patología cuando acuden a la ginecóloga en intentar quedarse embarazadas y no conseguirlo.
Los problemas de ovulación en SOP se deben a un desequilibrio de las hormonas estimulantes del folículo (FSH), que se encargan de estimular la formación de folículos (óvulos inmaduros) y de la hormona luteinizante (LH), que desencadena la maduración del óvulo y la subsiguiente ovulación. Este desequilibrio, junto con la resistencia a la insulina que hace que los niveles de insulina basal se mantengan altos, hace que se produzcan más andrógenos y, por lo tanto, que haya un aumento de hormonas masculinas circulantes que impiden la correcta ovulación.
Consejos para mejorar la ovulación con SOP
¿Cómo podemos conseguir mejorar la ovulación en mujeres con síndrome del ovario poliquístico? Una de las medidas más eficaces y sencillas es intentar equilibrar las hormonas reduciendo la grasa ectópica y mejorando la sensibilidad a la insulina (sobre todo si existe sobrepeso). Esto lo podemos conseguir adoptando un estilo de vida saludable que combine tres factores: descanso adecuado, ejercicio (aeróbico + fuerza) y alimentación equilibrada.
Como en todas las patologías con resistencia a la insulina de base, es especialmente interesante el consumo predominante de alimentos de bajo índice glucémico, evitando los azúcares simples de rápida absorción, e incluso, hacer una dieta cetogénica, con aporte de ácidos grasos esenciales y proteínas de calidad. De hecho, en muchas ocasiones seguir estas pautas consigue restablecer la ovulación y conseguir el embarazo si se desea.
Además de la dieta, tomar algunos suplementos alimenticios a base de inositol en sus diferentes estereoisómeros y mantener niveles adecuados de vitamina D (parece ser que el tejido adiposo aumentado puede actuar como “secuestrador” de esta vitamina liposoluble) parecen ser de ayuda para mejorar la resistencia a la insulina y, por lo tanto, pueden ayudar a restablecer la ovulación en el caso de SOP.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico?
Actualmente, el tratamiento farmacológico prescrito para tratar el SOP ha sido la píldora anticonceptiva. Aun así, se trata de un tratamiento inespecífico que únicamente consigue maquillar los síntomas, ya que no actúa en la causa y al dejar de tomar la píldora anticonceptiva los síntomas pueden reaparecer incluso de manera más intensa.
Aunque hoy en día no existe ningún tratamiento farmacológico específico para el síndrome de ovarios poliquísticos, ya hay algunos ensayos clínicos como Spiomet en los que se está probando en población europea una combinación de tres fármacos que ya se usan en otras patologías, para atacar de base lo que se cree que es el desencadenante del SOP, que es la grasa ectópica. La combinación de estos tres fármacos con unos buenos estilos de vida parecen tener resultados positivos muy prometedores y duraderos en el tiempo tras suspender el tratamiento.
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