Este fin de semana, miles de aficionados en Gran Bretaña fueron instados a tomar medidas en el Green Football Weekend, una campaña contra la huella de carbono del fútbol que busca involucrar a los fanáticos y clubes en la acción climática
Con una base de fans que abarca 3.500 millones de personas, casi la mitad de la población mundial, el fútbol ostenta el título de ser el deporte más popular del mundo. Sin embargo, su impacto en el medio ambiente, en términos de huella de carbono, es significativo.
Esta huella abarca diversas actividades, desde la construcción de estadios hasta los viajes de los aficionados y los equipos. Según un estudio, durante la temporada 2016-2017, los viajes representaron el 61% de la huella de carbono de la Premier League inglesa.
Esfuerzos que se quedan truncos
Los esfuerzos por reducir estas emisiones varían. Pero el club inglés de cuarto nivel, Forest Green Rovers, ha sido pionero en la sostenibilidad desde 2010, trabajando para convertirse en el primer club neutro en carbono del mundo.
Las estimaciones generales de las emisiones del fútbol a menudo no consideran actividades cruciales, como la construcción de estadios, y los viajes siguen siendo el mayor contribuyente. A pesar de los esfuerzos de algunos clubes, la práctica de compensación de carbono, que implica comprar créditos de carbono para contrarrestar emisiones, ha sido criticada y considerada insuficiente.
Las competiciones internacionales, como las Copas Mundiales de la FIFA 2026 y 2030, plantean desafíos adicionales debido a su alcance global. Aunque la FIFA afirmó que la Copa Mundial de 2022 en Qatar sería neutral en carbono gracias a compensaciones, un regulador suizo independiente desestimó estas afirmaciones como falsas.
El fútbol, no obstante, ha comenzado a tomar medidas
Algunos clubes europeos han adoptado prácticas sostenibles. Desde el uso de energías renovables para alimentar estadios hasta la introducción de biocombustibles en autobuses y kits que incluyen materiales reciclados. La FIFA ha establecido el objetivo de ser neutral en carbono como organización para 2040.
Comparado con otros deportes, el fútbol enfrenta desafíos similares en términos de emisiones, especialmente en los viajes. La Fórmula Uno, por ejemplo, estima que una temporada de carreras emite alrededor de 256,000 toneladas de CO2e, equiparable a las emisiones anuales de 55,000 coches comunes.
En un esfuerzo por abordar la cuestión ambiental, las Naciones Unidas lanzaron el Marco de Acción de los Deportes para el Clima en 2016, y la Premier League se unió en 2021. Los clubes están comprometidos, pero la colaboración con socios en viajes y mercancías sigue siendo esencial para alcanzar una verdadera sostenibilidad en el mundo del fútbol.
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