Necesita México política tributaria feminista para contrarrestar desigualdad, 4 recomendaciones
Para que la recaudación de impuestos deje de ser tan injusta para las mujeres y contrarreste la desigualdad, se necesita una política tributaria feminista, es decir, una reforma fiscal progresiva con perspectiva de género, revela informe de Fundar Centro de Análisis e Investigación.
El informe “Tributación Feminista: los casos de Argentina y México” asegura que la falta de perspectiva de género y ética feminista en las políticas fiscales ha mantenido la desigualdad entre mujeres y hombres en la región. Así, la organización en conjunto con la organización argentina Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) dan cuenta de cuatro recomendaciones.
Impuestos a los ingresos altos
Para reducir la concentración extrema, el informe sugiere aplicar impuesto a los ingresos altos, ya que el 1% más rico acapara el 26.8% de los ingresos nacionales, mientras que el 50% más pobre se queda con sólo el 6.2%.
Para reducir la concentración extrema del ingreso, especialmente la de los ingresos de capital, el sistema tributario debería reducir su trato preferencial, del cual los hombres se benefician más. Recomendamos imponer impuestos a todas las formas de renta financiera bajo el mismo esquema que hoy se aplica a los ingresos por trabajo: tasas progresivas en función del ingreso de las personas.
Impuestos a la riqueza multimillonaria
El 48% de la riqueza de México es acaparada por el 1% más rico de la población. Por ejemplo, si en 2021, las 35 personas mexicanas que poseían una riqueza superior a 10 mil 746 millones de pesos hubieran pagado una tasa del 3.5%, podrían haberse recaudado cerca de 99 mil millones de pesos (0.4% del PIB). Por ello, para reducir estos niveles de concentración, es necesario crear un impuesto a la riqueza, gravar las herencias y donaciones multimillonarias, y fortalecer la recaudación local del predial y la tenencia.
Poner fin a los abusos fiscales
Las grandes empresas aún están lejos de contribuir de manera justa y suficiente a las arcas públicas. A través de prácticas de abuso fiscal, como la evasión, elusión o el acceso a privilegios fiscales, terminan aportando menos de lo que les corresponde, limitando los recursos públicos que el Estado debería de recibir. Por ello, las empresas consideradas como grandes contribuyentes no deberían obtener los beneficios fiscales que hoy permite la ley, además de regular la aprobación de estímulos fiscales desde el Poder Ejecutivo. También, es necesario que México asuma un rol más activo en las discusiones actuales sobre la Convención Tributaria de la ONU, a fin de avanzar hacia una tributación global sostenible e incluyente.
No más privilegios fiscales discriminatorios
Se estima que, a través de deducciones, exenciones y otros tratamientos preferenciales para personas físicas y empresas de altos ingresos, el Estado dejó de recaudar en 2023, un monto equivalente al costo estimado para financiar un Sistema Nacional de Cuidados, que ha sido evaluado entre 1 y 1.4% del PIB. Hacer frente a esta injusticia fiscal, de la que se benefician en su mayoría las empresas y los hombres de más altos ingresos, es necesario evaluar aquellas renuncias que son regresivas desde un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, además de regular buenas prácticas para su aprobación a través de procesos transparentes y con criterios claros y objetivos.
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