Pronostican frecuencia de clima extremo con algoritmo

Un grupo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) descubrió un método para “corregir” las predicciones de modelos de clima extremo hacia patrones más realistas y a grandes escalas

Para evaluar el riesgo de un clima extremo de una comunidad, los responsables de la formulación de políticas confían primero en modelos climáticos globales que se pueden ejecutar décadas, e incluso siglos, en el tiempo, pero solo en una resolución gruesa.

Para estimar el riesgo futuro —por ejemplo, de Boston— de climas extremos, como las inundaciones, los responsables de la formulación de políticas pueden combinar las predicciones a gran escala de un modelo grueso con un modelo de resolución más fina.

Los investigadores podrían predecir inundaciones dañinas a medida que el clima se calienta. Este análisis de riesgo es tan preciso como las predicciones de ese primer modelo climático más grueso.

“Si te equivocas en entornos a gran escala, entonces te lo pierdes todo en términos de cómo se verán los eventos extremos a escalas más pequeñas, como en ciudades individuales”, dice Themistoklis Sapsis, director del Centro de Ingeniería Oceánica del Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT.

Predicción de fenómenos específicos

Cuando se combina con modelos a menor escala para predecir eventos meteorológicos específicos como ciclones tropicales o inundaciones, el enfoque del equipo produjo predicciones más precisas sobre la frecuencia con la que lugares específicos experimentarán esos eventos en las próximas décadas, en comparación con las predicciones hechas sin el esquema de corrección.

De acuerdo con Sapsis, el nuevo esquema de corrección tiene una forma general y se puede aplicar a cualquier modelo climático global. Una vez corregidos, los modelos pueden ayudar a determinar dónde y con qué frecuencia el clima extremo llegará a medida que aumenten las temperaturas globales en los próximos años.

“El cambio climático tendrá un efecto en todos los aspectos de la vida humana, y en todo tipo de vida en el planeta, desde la biodiversidad hasta la seguridad alimentaria y la economía”, dice Sapsis. “Si tenemos la capacidad de saber con precisión cómo cambiará el clima extremo, especialmente en ubicaciones específicas, puede hacer una gran diferencia en términos de preparación y hacer la ingeniería adecuada para encontrar soluciones. Este es el método que puede abrir el camino para hacer eso”.

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