¿Qué significan los microsismos en la CDMX?
De un tiempo a la fecha, la palabra “microsismos” se ha hecho más popular debido a la presencia de estos pequeños movimientos telúricos en la Ciudad de México. Sin embargo, muchas personas se preguntan el significado de estos sucesos
Se le conoce como microsismo a todo aquel movimiento tectónico que en la escala de Richter se encuentra por debajo de magnitud tres y que suelen durar unos pocos segundos. Esto a diferencia de sismos más grandes que llegan a superar el minuto de duración. Además, su extensión no es tan amplia y se concentran en una zona específica.
Los microsismos se han presentado de forma más común en los últimos años, un claro ejemplo son los microsismos presentados la madrugada del 26 de septiembre de 2024 y más tarde en la mañana del mismo día. Lo que lleva a preguntarse: ¿qué significa la presencia de estos movimientos?
El origen de los microsismos
De acuerdo con la definición del Servicio Sismológico Nacional (SSN), un sismo es “un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra”. La energía que se libera en este proceso se distribuye en forma de ondas que provocan el movimiento de la tierra.
El origen de este suceso se encuentra en las profundidades de nuestro planeta, en las placas tectónicas. Estas placas se encuentran por encima del manto terrestre y se desplazan de forma aleatoria, a su vez realizan otro movimiento conocido como movimiento convectivo, en el cual el material más caliente emerge de las profundidades y el material frío desciende. En ese momento en el que las placas se mueven, chocan entre sí justo en sus fronteras, generando una fricción que atrapa a ambas placas. De esta manera, comienza a producirse una fuerza provocada por el choque. Finalmente sucede lo inevitable, la fuerza vence a la resistencia de las placas y se genera la liberación de energía, ocasionando así los fenómenos sísmicos.
Las suposiciones
Ahora bien, aunque la Ciudad de México no se encuentra sobre el choque de placas tectónicas, existen fallas geológicas como la conocida Falla Plateros-Mixcoac, ubicada entre las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón. Dicha anomalía terrestre puede ser causante de algunos microsismos en la ciudad y es posible que pueda desencadenar uno de mayor escala, aunque esto es poco plausible.
Otras investigaciones señalan que la presencia de microsismos puede deberse al surgimiento de un nuevo volcán en la capital. Aunque a primera vista parece algo descabellado, lo cierto es que ya ha ocurrido con anterioridad. Tal es el caso del volcán Paricutín, ubicado en Michoacán y surgido hace apenas 81 años (el 20 de febrero de 1943). Aunque no hay que entrar en pánico, ya que según expertos de la UNAM, si realmente llegase a nacer un nuevo volcán pasaría hasta dentro de 800 o 1200 años.
El lado positivo
Si bien es cierto que los microsismos dan un buen susto a la población, especialistas señalan que es mejor que esto ocurra, pues de esa forma la energía acumulada en las placas tectónicas está liberándose poco a poco y no se almacena hasta tal punto de provocar su liberación violenta. Puesto que si así fuera crearía los tan temidos sismos de mayor magnitud, que son capaces de dejar afectaciones bastante graves.
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