Investigadores de la Universidad de Ciencias de Tokio descubren que los compuestos orgánicos volátiles (COV) permiten a las plantas defenderse sin pesticidas, en una forma de comunicación vegetal, favoreciendo la agricultura sostenible y reduciendo el impacto ambiental de químicos dañinos
Los COV son señales transportadas por el aire que las plantas liberan cuando se enfrentan a amenazas como plagas herbívoras. Al detectar estos compuestos, otras plantas pueden activar sus defensas para protegerse de los posibles daños. En su estudio, el profesor Gen-ichiro Arimura y Takuya Uemura descubrieron que estas interacciones ocurren entre plantas relacionadas. Y además entre cultivos no emparentados, ampliando las posibilidades de aplicar este conocimiento a una variedad más amplia de cultivos.
Según los investigadores, una mayor comprensión de los COV podría ayudar a los agricultores a disminuir el uso de pesticidas, que aunque efectivos, tienen efectos negativos.
“El uso de pesticidas químicos es ampliamente extendido. Pero resulta tóxico para los animales y los insectos, contamina el suelo y el agua, y está relacionado con enfermedades humanas crónicas como el cáncer y las enfermedades neurológicas”, señaló Arimura. En lugar de depender de estos productos nocivos, los agricultores podrían utilizar la emisión natural de COV para reforzar las defensas de sus cultivos.
Plantas como la menta, que liberan monoterpenoides, compuestos con propiedades antimicrobianas y repelentes de plagas, podrían ser incorporadas en la agricultura como plantas acompañantes. Este enfoque natural podría mejorar las defensas de las plantas sin el uso de productos químicos.
“Incorporar plantas acompañantes que emiten estos COV beneficiosos podría ayudar a mejorar las defensas de las plantas de manera natural”, agregó Uemura.
El uso de esta forma de comunicación vegetal, los COV, como herramienta para proteger los cultivos podría marcar una diferencia significativa en la sostenibilidad de la agricultura. Así se reduciría la dependencia de productos químicos. Asimismo, fomentaría un entorno agrícola más saludable y seguro para las personas, los animales y el ecosistema en general.