Presentan “Voces de la Selva Maya”, un documental que expone la crisis ambiental
Con la proyección del documental “Voces de la Selva Maya. Una batalla por la vida“, Greenpeace México dio inicio a la campaña “¡México al grito de selva!”, una iniciativa para sensibilizar sobre la lucha de las comunidades de la Península de Yucatán en defensa de su territorio
El evento reunió a representantes de diversas comunidades, quienes compartieron su testimonio y pidieron a las más de doscientas personas presentes unirse a su causa.
“Este documental es una invitación para que detengamos la impunidad”, afirmó José Urbina Bravo ‘Pepe Tiburón’, integrante del colectivo Sélvame del Tren.
Por su parte, Beatriz Garrido, de la comunidad de Ixil, Yucatán, expresó la conmoción de ver la magnitud del problema desde el aire: “Ver el documental ha sido muy fuerte, no habíamos visto desde arriba toda la destrucción. Estamos luchando contra un monstruo, es muy doloroso y a veces quisiéramos tirar la toalla, pero tenemos derecho a una vida libre y sana y es un derecho que nos están quitando”.
Oziel Pech, del Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, reafirmó la importancia de la resistencia: “El futuro es ahora, muchas veces pensamos que vamos a tener un futuro como comunidades en 40 años, pero después de ver esta realidad, vale la pena seguir luchando, vale la pena defender el futuro, es una lucha que sabemos que no es fácil pero lo vamos a seguir haciendo”.
Generando empatía
El documental expone problemáticas como la deforestación, las mega granjas porcícolas, los proyectos inmobiliarios y la explotación del sascab, material usado en el Tren Maya. En el marco de la campaña “México al grito de selva”. La cual busca generar empatía y fortalecer la lucha comunitaria, al tiempo que denuncia la relación entre funcionarios y empresas que impulsan estos megaproyectos.
Carlos Samayoa, coordinador de la campaña, enfatizó: “Queremos que el grito de la selva se escuche dentro de todo México y más allá de sus fronteras. Y por eso vamos a exponer y a evidenciar a quienes la están destruyendo. Los responsables, sea por acción o por omisión, serán señalados”.
El Tren Maya es solo una parte del problema. Su construcción ha implicado la deforestación sin permisos, la militarización del sureste y la clasificación de especies protegidas como “fauna nociva”. La urbanización descontrolada y la agricultura industrial han contaminado el agua y devastado ecosistemas, afectando también la producción de miel en comunidades mayas.
Desde 1999, Greenpeace México ha trabajado con comunidades en la región, logrando frenar proyectos destructivos. Ahora, con esta nueva campaña, busca que la lucha se expanda y que más voces se unan al grito de la selva.
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