Eugui Roy, el biólogo de las víboras, a cinco años sin justicia

A cinco años del asesinato del ambientalista y biólogo Eugui Roy Martínez Pérez, su caso sigue impune. Hoy colectivos exigen justicia y protección a personas defensoras del medioambiente
En la región zapoteca de Loxicha, en Oaxaca, habitaba un joven que hablaba el idioma de las especies. Eugui Roy Martínez Pérez, estudiante de biología y defensor de la vida silvestre, fue asesinado a balazos el 7 de mayo de 2020 en su rancho en Tierra Blanca, municipio de San Agustín Loxicha. Tenía apenas 21 años. Desde entonces, su caso permanece impune. Las autoridades que investigaban el crimen desaparecieron del proceso, y el silencio institucional se convirtió en una forma de complicidad.
Integrantes del Colectivo Justicia para Eugui Roy y de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) denuncian que “no puede ser sinónimo de muerte el ser ambientalista”. En una carta pública, exigieron justicia para él y para todas las personas defensoras del medio ambiente asesinadas en México. “Hoy salimos a las calles para recordarle al gobierno del estado que, si ellos olvidan, nosotros no lo haremos”, agregaron.
Eugui no era un biólogo común
Desde niño sintió fascinación por los reptiles y anfibios. A los 13 años ya colaboraba con investigadores de la “Máxima Casa de Estudios”. Descubrió una nueva especie de víbora y fue clave en el redescubrimiento de una rana declarada extinta por más de cinco décadas. Rogelio Simón, su mejor amigo, lo resume así: “Hay que estar deconstruido para tratar con esos animales y tener un profundo conocimiento per se del ejemplar”.
La Sierra de Loxicha, donde creció, es un mosaico de biodiversidad y de violencia. Eugui caminaba solo por sus montañas como un gesto de amor y ciencia. Manipulaba con ternura serpientes temidas por la comunidad, como la víbora chatilla. “Las señoras asustadas decían que era un reptil ‘maligno’. Eugui no percibía el mal en nada ni en nadie”, recuerdan sus allegados.
Durante la pandemia, decidió pasar la cuarentena en Tierra Blanca, observando renacuajos, recolectando datos y escribiendo un libro sobre la herpetofauna local, en particular, con la intención de dar a conocer los nombres zapotecas y vernáculos de estos animales. “Algunos ya estaban ‘reventando’”, le contó a su madre en sus últimas conversaciones, refiriéndose al desarrollo de sus renacuajos. El libro, que detalla 40 especies, será publicado por sus amigos, firmado solo por él.
¿Sacrificio en vano?
Si bien las Naciones Unidas de Derechos Humanos condenó su asesinato y la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala (FES /UNAM) lamentó la pérdida, no hay una investigación en curso y al paso de cinco años no hay justicia. Fue un joven brillante, señaló la FES Iztacala: “Pese a las limitaciones socio-económicas, luchó para poder realizar una licenciatura (…) incentivó a cientos de niños, jóvenes y adultos de diferentes comunidades de Oaxaca”.
Cabe recordar que Oaxaca es uno de los territorios con mayor riqueza natural de México; pero es también uno de los más peligrosos para quienes lo defienden. Desde 2018, al menos 24 defensores de derechos humanos han sido asesinados en el estado.
“El legado de Eugui Roy Martínez Pérez vive en cada acción emprendida para proteger la vida. No permitamos que su sacrificio sea en vano”, concluye el comunicado de los colectivos.
TE PUEDE INTERESAR ♦ Perdieron la vida por su labor 25 personas defensoras del medio ambiente en 2024