Las universidades asiáticas están emergiendo como líderes globales en sostenibilidad, reflejando un cambio significativo en la forma en que estas instituciones académicas influyen en la agenda ambiental y social mundial. Según los rankings internacionales más recientes, como el Times Higher Education (THE) Impact Rankings 2025, las universidades de Asia representan una proporción creciente del top 50 mundial en sostenibilidad; con 22 instituciones destacándose en estas posiciones obteniendo un aumento del 83% respecto al año anterior.
Este fenómeno no solo es una cuestión de prestigio, sino que representa un compromiso profundo con la integración de la sostenibilidad en la investigación, enseñanza y operación institucional. Las universidades asiáticas están contribuyendo activamente al diseño de marcos financieros sostenibles; incluyendo taxonomías verdes y métricas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), facilitando así que gobiernos e inversores alineen sus fondos con objetivos de desarrollo sostenible.
En países como Indonesia, las universidades colaboran estrechamente con entidades financieras, reguladores y ministerios para fortalecer capacidades y construir políticas públicas basadas en evidencia científica. Centros de investigación en universidades como Universitas Airlangga, Institut Teknologi Bandung y Universitas Gadjah Mada participan en la formulación de políticas sobre precios de carbono, inversiones en energías renovables y gobernanza financiera climática; demostrando un rol que va más allá del aula hacia la política y la financiación sostenible.
Financiamiento verde
Además, estas universidades están implementando modelos financieros innovadores, participando en la estructuración de bonos verdes, préstamos ligados a indicadores de sostenibilidad y financiamiento mixto; que permitan captar capital privado y público para proyectos ambientales. Esta capacidad técnica posiciona a las instituciones asiáticas no solo como productoras de conocimiento sino también como actores fundamentales en la movilización de recursos para el desarrollo sostenible.
El creciente protagonismo académico en finanzas sostenibles llega en un contexto donde muchos países emergentes enfrentan grandes déficits para financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La baja en la ayuda internacional y las limitaciones fiscales nacionales hacen que la investigación y la formación en estas universidades sean esenciales para cerrar las brechas de financiamiento; a la vez que promueven educación inclusiva y accesible.
El impacto no se limita a la generación de conocimiento. Las universidades también están ampliando programas de becas basadas en necesidades; fomentando la investigación de acceso abierto y desarrollando vínculos con comunidades, para asegurar que los beneficios del conocimiento sostenible trasciendan el ámbito académico e impulsen políticas públicas efectivas e inclusivas.
Por lo anterior, estas instituciones académicas están desempeñando un papel crucial en la transición global hacia un modelo financiero y económico que responde a los retos ambientales y sociales actuales. Su liderazgo en rankings como THE Impact Rankings y QS Sustainability Rankings confirma que Asia se está consolidando como un polo de excelencia y acción en sostenibilidad.
LEE TAMBIÉN: Lekil’Na transforma Chiapas con viviendas sustentables construidas con plástico reciclado