Esta semana, Roma acoge la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas +2, a la cual movimientos sociales e indígenas de todo el mundo se oponen y exigen un cambio radical de los sistemas alimentarios hegemónicos

Los mayores movimientos mundiales por la justicia alimentaria, las organizaciones de productores de alimentos de pequeña escala y de pueblos indígenas, que representan a millones de personas en todo el mundo, hicieron pública una nueva declaración en la que denuncian el controvertido enfoque de las Naciones Unidas para hacer frente al hambre y la malnutrición.

Los movimientos y organizaciones que se oponen a la Cumbre piden que se abandonen urgentemente los modelos industriales impulsados por el sector corporativo. Y en consecuencia, se opte por sistemas alimentarios biodiversos, agroecológicos y comunitarios que den prioridad al interés público por encima de los intereses comerciales.

La cumbre promueve “un modelo que prioriza el ánimo de lucro sobre el interés público”, afirma la Respuesta Autónoma de los Pueblos, la mayor coalición mundial de movimientos sociales a favor de la justicia alimentaria. La cual está integrada por organizaciones de pequeños productores y pueblos indígenas que representan a más de 380 millones de personas en todo el planeta.

Los movimientos sociales que integran la Respuesta, sostienen que la Cumbre de Roma “está diseñada para ignorar la necesidad de profundas transformaciones estructurales en nuestros sistemas alimentarios”.

Para el mexicano Saúl Vicente, del Consejo Internacional de Tratados Indios, “la Cumbre de la ONU no sólo ha descuidado nuestros derechos y las causas estructurales de las crisis… sino que su intención es vendernos el gran proyecto del agronegocio como una transformación”.

Por su parte, Ibrahima Coulibaly, presidente de la Red de Organizaciones de Agricultores y Productores Agrícolas de África Occidental (ROPPA), señala que “hay que garantizar los derechos de los pueblos a acceder y controlar la tierra y los recursos productivos. Y promover los modelos de producción agroecológica y las semillas campesinas”.

Diversas voces se hicieron eco ante lo que implica la Cumbre de Sistemas Alimentarios. “No confundas a la cabra con el jardinero, dice un proverbio campesino”, advierte Patti Naylor, de la National Family Farm Coalition.

“A los gigantes corporativos de la agricultura, la alimentación y los datos no les importa la gobernanza democrática en la ONU, sólo la utilizan para sus beneficios. Como la cabra, las corporaciones se comerán la ensalada y las rosas, si no se les detiene”, agrega.

Conflicto bélico impide exportación

Cabe mencionar que la guerra de Ucrania entra en una nueva fase de incertidumbre tras la decisión de Rusia de no prorrogar el acuerdo de exportación del grano ucraniano a través del Mar Negro y destruir sistemáticamente los puertos de Ucrania.

Esta interrupción del flujo de cereales desde Ucrania puede afectar gravemente al suministro de alimentos a algunos de los países más pobres como Sudán, Kenia, Etiopía y Somalia en África, hasta Yemen en la Península Arábiga, y Afganistán, en Asia Central. Justo en los peores momentos de la hambruna endémica que afecta a estas regiones.

En ese sentido, señaló en un tuit de Vía Campesina que “los alimentos no deben ser armas en guerras geopolíticas y comerciales”.

💬👩🏽‍🌾 "Los alimentos no deben ser armas en guerras geopolíticas y comerciales". Morgan Ody de La @via_campesina y su enérgico discurso en Parlamento Europeo, denunciando TLCs, Colonialismo y Sanciones Unilaterales👉🏽 https://t.co/rTRi79eryI @CLOC_LVC @ECVC1 @La_COAG @Fensuagro1976

— La Vía Campesina Español #SoberaniaAlimentariaYA (@via_campesinaSP) July 18, 2023

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