Para aquellos que están preocupados porque la Inteligencia Artificial (IA) podría volverse consciente y tratar de conquistar el mundo o quitarnos el trabajo, hay buenas noticias, esta clase de “herramienta” aún está “gateando”, así indican expertos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)

Durante el panel “Inteligencia Artificial: la última moda en las empresas”, organizado durante Intermoda, que se celebró en Expo Guadalajara, investigadores e investigadoras dijeron que la tecnología con la que contamos actualmente no le permite “pensar” por sí misma. Sin embargo, urge legislarla, ya que crece más rápido de lo que entendemos sus implicaciones.

Según el académico e investigador Javier Alvarado Rodríguez, experto en neurociencia e inteligencia artificial, entre otras disciplinas, el decir o preocuparse porque la IA aprenda a pensar por sí misma es poco factible, ya que apena entendemos cómo pensamos nosotros los seres humanos.

¿Qué es la IA actualmente?

Es un algoritmo que utiliza multiplicaciones y sumas, acomodadas de manera compleja, puede hacer cosas que para nosotros puede ser inteligente. Desde los años 70 la IA ya existía, sólo que no había la tecnología o no estaba lo suficientemente desarrollada para alcanzar lo que hace hoy.

No obstante, se ha exagerado sobre lo que la IA puede hacer y no se toma en cuenta que es solamente una herramienta y depende de una persona. Es un elemento disruptivo en cómo las industrias funcionan.

Por su parte, Paulo López-Meyer, investigador e ingeniero de Inteligencia Artificial en INTEL, explicó que las funciones que hoy puede hacer una tableta, escanear códigos y letras o imagines, es posible porque contamos con esa tecnología, pero hace 30 años no se podía.

“Tenemos herramientas informáticas que nos permiten desarrollar ese tipo de modelos de inteligencia artificial, pero esa herramienta sólo funciona para eso, no puede aprender otra cosa. Si deseo que aprenda otra actividad, debemos enseñarle. Está lejos de poder pensar por sí misma la IA“, dijo el Dr. López-Meyer.

¿Una IA puede aprender a hacer todo?

De acuerdo con Alvarado, en este momento no es posible hacer que una IA aprenda a hacer todo, y es difícil que ocurra en los próximos años.

“No creo que se llegue a eso hasta que se rompa el paradigma de la computación actual, cuando tengamos computadoras cuánticas, o arquitecturas de otro manejo de tipo de información, será cuando quizá suceda“, apuntó.

Hollywood y la IA

El académico Alvarado comentó que, como varios sectores, la IA ya también se comienza a utilizar cada vez más en la industria de la moda. Y es que, ahora la inteligencia artificial ayudará a facilitar el trabajo de los diseñadores, porque podrá bosquejar y diseñar más rápido y de manera más precisa.

En contraparte la IA ha causado algunos problemas. Por ejemplo, en Hollywood, donde se da la posibilidad de que la IA suplante el trabajo humano. Debido a que algunos estudios empezaron a usar ChatGPT para escribir guiones de series y películas y subcontrataban a escritores para sólo darle un “toque humano”.

O bien, se usa la herramienta para escanear el rostro de los actores, pagarles por un trabajo y usar sus rostros para los siguientes proyectos, sin que ellos reciban una ganancia.

Precisamente, esto causó una huelga de escritores y actores y puso en debate hasta qué punto la IA debería ser usada. A lo anterior, el académico expresó preocupación, y es que estas “inteligencias” y sus usos crecen más rápido de lo que se puede legislar y el peligro es que las empresas y gobierno de cada país hagan lo que más les convenga con la tecnología.

Necesidad de regulación

“No se ha regulado. En lo que salen las normas ya hay nuevas aplicaciones para la IA y nadie dice: ¡Detente! La tecnología crece y desarrolla más rápido que los ámbitos jurídicos y regulatorios y no saben cómo definir qué está bien y qué está mal“, expuso.

El mundo tendrá que unirse para legislarse en el tema de la IA, que sea justa y accesible a todos, pero esto es un sueño utópico.

“Su crecimiento podría traer conflictos entre países. No hay que monopolizar la inteligencia artificial y legislar a los nuevos softwares y aplicaciones que existen. Lo que nadie está pensando en hacer en realidad, porque apenas la entienden y puede ser muy lucrativa“, concluyó.

Mientras tanto, “el futuro está por verse” y la herramienta seguirá en la mira de las personas hasta que una nueva tecnología la sustituya hasta su siguiente desarrollo.

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