El altar del Día de Muertos en México es una de las piezas fundamentales de esta  celebración arraigada en la rica tradición cultural del país, que honra a los seres queridos que han partido. Te contamos qué no debe faltar en ese momento de conexión con nuestros antepasados

¿Qué son los altares?

Los altares son el centro de esta festividad. Las ofrendas son altares elaborados con gran esmero y cariño; son auténticas obras de arte que trascienden el aspecto visual; son un reflejo de la profunda conexión que las y los mexicanos mantenemos con nuestros antepasados y su legado.

La muerte está presente en la cultura de México. Nuestros dichos son relativos a ella, pues sin la muerte no existiría el valiente mexicano diciendo “si me han de matar mañana, que me maten de una vez”; ni la heroína y el caudillo respetable, el que luchó por sus ideales.

¿De dónde surge esta tradición?

La fiesta para los muertos es una forma de rendir culto a los antepasados, producto de dos tradiciones culturales: la hispana y la prehispánica. La mayor parte de los pueblos campesinos de México la festejan, ya que coincide con el fin del ciclo agrícola de muchos productos, entre ellos, el maíz de temporal y la calabaza. De esta forma los rituales agrarios permiten la regulación de los procesos sociales.

En la tradición popular mexicana el día uno de noviembre se dedica a las y los muertos chiquitos o infantes fallecidos. Mientras que el día dos se les dedica a las personas adultos o muertos grandes. Además de ser una festividad agrícola, es el tiempo en el que las almas de los parientes desaparecidos regresan a las casas a convivir con sus familiares vivos.

¿Qué no debe faltar en tu altar?

El altar de Día de Muertos es una manifestación de la creencia de que los muertos regresan a visitar a los vivos. Estos altares sirven como un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos, proporcionando un lugar acogedor para que las almas regresen y se reúnan con sus seres queridos. Es una celebración de la vida y una oportunidad para compartir recuerdos, amor y respeto hacia aquellos que ya no están con nosotros.

Foto del ser querido

En un altar lo que no debe faltar es la fotografía del ser querido. Una imagen del difunto es el punto central de la ofrenda, permitiendo su presencia espiritual.

Agua

Además de ser uno de los cuatro elementos de la naturaleza que simboliza pureza, mitiga la sed de las ánimas después de su largo recorrido. La creencia indica que este ingrediente evita que se lleguen a corromper en su viaje de ida al mundo de los vivos y de regreso al de los muertos.

Velas

La luz de las velas guía a las almas de regreso al mundo de los vivos. La flama que producen significa “la luz”, la fe, la esperanza. Esta es una guía, con su flama titilante, con el propósito de que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada.

El copal y el incienso

Estos magníficos elementos de la naturaleza se utilizan para limpiar el lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro. Cabe recordar que el copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses, pues el incienso llegó luego de la conquista española. Es el elemento que sublima la oración o alabanza, es una fragancia de reverencia.

Flores de cempasúchil

Estas brillantes flores naranjas guían a los difuntos hacia el altar, al ser el camino del color y olor que trazan las rutas a las ánimas. Los indígenas creían que la cempasúchil era una planta curativa, debido a sus múltiples beneficios medicinales. Su producción en 2022 fue de más de 16 mil toneladas en México.

Calaveritas de azúcar y calacas

Representaciones humorísticas de la muerte, que simbolizan la aceptación y la burla de la muerte a través de figuras de la parca o cráneos. Los nombres que se ponen con glaseado como decoración a menudo son los de los difuntos a los que esta dedicada la ofrenda, aunque también pueden ser de personas vivas, como un símbolo de algo a lo que todos nos debemos enfrentar.

Comida y bebida

Los platillos y bebidas favoritos del difunto se colocan en la ofrenda como un regalo para su espíritu. Tiene el objetivo de deleitar a los muertos que visitan la ofrenda, se cocina en honor a los seres recordados.

Pan de muerto

Este alimento es considerado el “cuerpo de Cristo”, según las creencias católicas. En tanto que cuando se agrega el chocolate, en la tradición prehispánica lo tomaban preparado con el agua que usaba el ánima para lavarse, así se impregnaban de la esencia del difunto. El pan suele ser adornado con huesos de azúcar y con aroma a naranja.

Papel picado

Esta decoración en formas de flores y calaveras representa el aire, como uno de los cuatro elementos que debe estar presente en cualquier ofrenda; también añade color y elegancia.

Recuerda que lo más importante es tu creatividad y lo que quieras brindar a tu ser querido, de modo que puedes prescindir de algún elemento o añadir otros. ¡A celebrar la vida!

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