La COP30 cerró este sábado 22 de noviembre con la aprobación por consenso de un documento final que no incluye ninguna referencia explícita a los combustibles fósiles, una omisión que marcó el cierre de la cumbre y que ha sido confirmada por el propio texto aprobado en la sesión plenaria, según reportaron agencias internacionales. La falta de mención a los hidrocarburos provocó inconformidad entre delegaciones y organizaciones ambientales.
El presidente de la cumbre, el brasileño André Corrêa do Lago, reconoció durante la clausura que varios países buscaban un resultado “más ambicioso” y anunció que, bajo la presidencia brasileña, desarrollarán una hoja de ruta para avanzar en la transición energética y otra para combatir la deforestación.
Estas medidas forman parte de los compromisos políticos asumidos por la presidencia, aunque no están incluidas como mandatos en la decisión final adoptada por las partes.
Tensión en la plenaria y quejas por el proceso de aprobación
De acuerdo con medios como DW Akademie, RTVE y agencias como Reuters, la exclusión de referencias a los combustibles fósiles se debió a la resistencia de países productores, que rechazaron cualquier mención a abandonar el gas, el petróleo o el carbón.
La plenaria estuvo marcada por reclamos de Argentina, Colombia, Ecuador, Panamá, Uruguay y Paraguay, cuyos delegados denunciaron que la presidencia no les concedió el uso de la palabra antes de aprobar el texto.

Corrêa do Lago suspendió momentáneamente la sesión para realizar consultas a puerta cerrada. Además, delegaciones del Cono Sur objetaron que se presentaron 59 indicadores nuevos de adaptación con poco tiempo para su análisis.
Financiamiento climático y transición justa
El acuerdo final reafirma el compromiso global de limitar el aumento de la temperatura a 1.5 °C y retoma el objetivo financiero establecido en la COP29 de Bakú, que insta a los países desarrollados a mantenerse en la ruta para movilizar 300 mil millones de dólares anuales en apoyo a naciones en desarrollo.
También se aprobó la lista definitiva de indicadores de adaptación, así como el Mecanismo de Transición Justa, una herramienta orientada a apoyar a trabajadores y sectores afectados por la descarbonización.
El secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, Simon Stiell, reconoció la “frustración” expresada por varias delegaciones ante la falta de referencias a combustibles fósiles, pero sostuvo que la transición hacia energías renovables sigue un rumbo “imparable”, aún en un contexto de tensiones políticas.
Organizaciones ambientales critican el resultado
Diversas organizaciones ecologistas, entre ellas Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigas de la Tierra y Alianza Verde, calificaron el acuerdo como insuficiente frente a la magnitud de la emergencia climática. Señalaron que, sin una mención explícita al abandono progresivo de los combustibles fósiles, la decisión final no refleja la urgencia que requiere el escenario actual.
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