miércoles, noviembre 26

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) llevó a cabo el conversatorio “Ecofeminismos y mujeres en los retos ambientales” en el Centro de Cultura Ambiental Chapultepec, un espacio que reunió a defensoras de los territorios, investigadoras, productoras y lideresas comunitarias para reflexionar sobre los cruces entre justicia ambiental, igualdad de género y construcción de paz.

La Dirección General de Coordinación de Políticas y Cultura Ambiental (DGCPCA) organizó el encuentro que tuvo como eje central la idea de que las violencias contra las mujeres y las violencias contra el medio ambiente comparten raíces estructurales.

Desde esa premisa, las participantes coincidieron en la urgencia de reconocer los saberes femeninos, impulsar liderazgos locales y construir redes de apoyo que permitan avanzar hacia una transición ecológica justa.

“Participación de las mujeres, clave para sociedades más justas”

Durante su intervención, Alejandra Atzin Ramírez, encargada del despacho de la DGCPCA, destacó la importancia de abrir espacios de diálogo que visibilicen estas conexiones. Enfatizó que la participación de las mujeres es clave para construir sociedades más justas y sostenibles, especialmente en un contexto donde los efectos de la crisis ambiental y las desigualdades de género se entrelazan.

Las mujeres y las violencias contra el medio ambiente comparten raíces estructurales. Foto: Sedema

A lo largo de la conversación, las asistentes compartieron experiencias de resistencia comunitaria, procesos de sanación y prácticas de cuidado como herramientas esenciales para enfrentar los retos socioambientales. Todas coincidieron en que eliminar las barreras que viven las mujeres, desde sus comunidades hasta los espacios de toma de decisiones, es indispensable para impulsar transformaciones reales.

El evento concluyó con el taller “Collage por el territorio”, en el que las participantes elaboraron un collage colectivo que simboliza la defensa de la vida, los cuerpos y los territorios, reforzando la idea de que el ecofeminismo también se construye desde la creatividad y la memoria compartida.

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