Retos y fortalezas del liderazgo de México en la producción de cítricos
La pandemia por COVID-19 rompió un paradigma y reestructuró nuestras prioridades como sociedad, nos enseñó lo vulnerables que somos ante una emergencia sanitaria y marcó significativamente la importancia de la producción de alimentos como el pilar primordial de toda la sociedad
Dr. Jorge Flores*
Hoy, sin duda, pensamos en crear un mejor futuro y una producción de alimentos con sentido sostenible y resiliente que permita perdurar a las nuevas generaciones. Esto implica considerar nuevas oportunidades para los sistemas alimentarios en el que, además de contemplar la rentabilidad y calidad de los cultivos, se consideren alternativas de producción más sostenibles.
En el marco del Día de la Diversidad Biológica, enfatizamos la necesidad de contar con variedades de alimentos que permitan aportar los macro y micronutrientes a la sociedad para desarrollarse adecuadamente.
En este sentido, los cítricos, que cuentan con un alto valor nutricional y medicinal, gracias a que contienen vitaminas, minerales y fibra, son el sustento de familias y regiones enteras en el país. Muestra de ello es que la citricultura representa alrededor del 2.8% del PIB agrícola nacional y más de 67,000 familias, en su mayoría rurales, dependen económicamente de la producción citrícola.
El aporte de los cítricos en la economía y en el día a día de los mexicanos no es casualidad. En promedio, una persona consume hasta 37 kilos de naranja en un año en el país. A nivel macroeconómico, México es el quinto lugar en el mundo en producción de cítricos; hasta un 12% de lo que se produce se vende a otros países y 88% se destina al consumo nacional.
Los números, y realidad, de la citricultura destacan parte de su fortaleza. Sin embargo, hay retos de corto y largo plazo. Uno de los más importantes tiene que ver con aumentar las exportaciones de estos productos, sin descuidar el consumo interno.
Para lograr esta meta es necesario alcanzar mayores rendimientos por hectárea y mejorar las condiciones del cultivo a través de la asesoría técnica de los expertos. Por tal razón, Yara puso al alcance de los citricultores la solución SuperCitrus by Yara, la cual tiene como objetivo principal coadyuvar a una producción con altos estándares de calidad y certificaciones que exige el mercado internacional de los cítricos.
En el cultivo de naranjas se elevan los índices de calidad, se logra una mayor longevidad del huerto y se incrementa la tolerancia a enfermedades, con el fin de acceder a mejores mercados. En el cultivo de lima persa y el limón mexicano, se alcanza un rendimiento óptimo, respaldado en nutrición balanceada; ya que se obtiene una mayor floración, con frutos más verdes, rugosos y con una producción resiliente a las adversidades climáticas y principales problemas fitosanitarios cómo el HLB de los cítricos.
En 2019, apenas 0.32% del territorio nacional se utilizó para la producción citrícola; es decir, menos de 700,000 hectáreas. De acuerdo con la Planeación Nacional Agrícola 2017-2030, se tiene el objetivo de que el crecimiento anual de producción sea de 3.34% para que, a finales de la década, acumule un alza de 63.6%.
Más producción, además de satisfacer por completo el mercado nacional, tal como se hace a la fecha, permitirá agregar margen de maniobra a los agricultores. Con ello, se podrán consolidar en mercados como Estados Unidos -donde llegan ocho de cada 10 cítricos que se exportan- y Canadá.
Aunado a lo anterior, se podrán diversificar y expandir las exportaciones a regiones como Europa y Asia, donde los cítricos mexicanos tienen buen prestigio.
La previsión es aumentar los cítricos, que se colocan en otros países, a 5.16 millones de toneladas para 2030. Lo anterior equivale a incrementarlas en 13.8%, por año.
Las metas deben estar alineadas en cuidar el medioambiente, y en Yara nuestra ambición es servir a todos los agricultores y convertirnos en un impulsor de la sostenibilidad en el sistema alimentario. Para lograrlo, serán necesarios portafolios de soluciones nutricionales y amigables con el planeta.
Como nación debemos robustecer las fortalezas y afrontar, juntos, los retos para que los agricultores tengan mayor acceso a los recursos, el financiamiento y a la tecnología que les permitirá producir más con menos. Para que, con ello, todas y todos disfrutemos de un futuro alimentario positivo que mantenga como prioridad el cuidado del planeta para seguir desarrollándonos.
*Dr. Jorge Flores es Agronomy Manager de Yara México.
