En 2020, de los sectores consumidores de agua, la agricultura, ganadería y acuacultura tuvo 76% del total de agua concesionada para actividades como el riego de cultivos, producción de alimentos para consumo humano, forrajes y producción ganadera

Agropecuaria

Según el reciente diagnóstico del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), en 2019 se otorgaron 332.9 mil títulos inscritos en el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) para uso agrícola. En ese sentido, 373 corresponden a títulos otorgados a distritos de riego para la extracción de 25.9 mil hm3 de agua, es decir, que el 0.1% de los títulos representaron 38.3% del volumen total concesionado de agua para uso agrícola.

La ganadería en México carece de monitoreo y datos concretos sobre el consumo. La producción de este sector,  especialmente en granjas industrializadas, requiere agua demasiada agua. La cual es destinada tanto para el consumo animal, como para limpieza de las unidades de producción, lavado de los animales, subproductos y eliminación de los desechos.

Abastecimiento público

El segundo consumidor de gran parte del agua nacional es el abastecimiento público. Representa 15% del total concesionado y se distribuye a través de las redes de agua potable a domicilios, industrias y a otros usuarios que estén conectados a dichas redes.

Industria autoabastecida

En tercer lugar se encuentra la industria autoabastecida, con 15% del total concesionado. Incluye a las empresas que toman agua directamente de los ríos, arroyos, lagos y acuíferos del país que representa el 5% del consumo; además de las industrias y a otros usuarios que estén conectados a dichas redes.

Centrales termoeléctricas

Y en cuarta posición están las centrales termoeléctricas, con 4% del agua cesionada. La generación de energía eléctrica se ocupa para los procesos de enfriamiento del vapor que sale de las turbinas. Una vez usada, esta agua regresa al cuerpo hídrico de donde fue extraída, generando contaminación térmica.

Esto debido a que las centrales termoeléctricas impregnan el agua de enfriamiento con cloro, así como otras sustancias tóxicas que evitan el crecimiento de algas dentro de la infraestructura; y en consecuencia, terminan contaminando los cuerpos de agua.

Cabe señalar que la disponibilidad de agua nacional disminuyó 60% de la década de los 60 a 2012. En esa época la disponibilidad de agua promedio por año y por persona era de 10 mil metros cúbicos; mientras que para 2012 pasó a 4 mil. Se estima que para 2030, el agua utilizable descienda debajo de los 3 mil metros cúbicos por habitante al año, o sea, otro 10% si bien nos va.

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