Aunque México ha adquirido diversos compromisos contra el cambio climático, entre ellos la Conferencia de Glasgow, aumenta Pemex la producción de metano, uno de los gases más nocivos, según su último Informe de Sustentabilidad auditado, del 2021

El metano es un gas de efecto invernadero cuyo potencial de calentamiento global es 28 veces mayor al del dióxido de carbono. Por ello es considerado un gas altamente nocivo. De ahí que se convirtiera en pilar de la Cumbre de Glasgow y también dentro del Foro Compromiso Mundial de Metano (PCF) presentado en septiembre de 2021 por los Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

Uno de los objetivos más importantes es reducir de forma colectiva las emisiones antropogénicas mundiales de metano; al menos 30% hasta 2030 con respecto a los niveles de 2020.

Casi duplica emisión de metano

Pemex incrementó en 8% sus emisiones totales directas de gases de efecto invernadero (GEI), según el informe. También reportó un total de 71.1 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, cuando el año anterior sumó 65.8 millones de toneladas totales de estos gases.

En cuanto a la producción de metano en 2017 emitió 22% del total; se elevó a una proporción de 23% en 2018; a 27% en 2019, y a 30% en 2020, para que, en 2021, con casi una tercera parte de las emisiones totales de GEI, sumaran un total de 22.7 millones de toneladas de CO2 equivalente. Sobre todo se originó del negocio de exploración y producción de hidrocarburos.

Además, a lo largo de 2021 petróleos mexicanos quemó 423,543 millones de toneladas de metano, una cifra que casi dobla los números reportados un año antes, de más de 216,000 toneladas.

Respecto al primer trimestre de 2022, según su reporte más reciente, la producción de los derivados de metano aumentó en 13 mil toneladas gracias a la operación de la planta de amoniaco VI en el complejo petroquímico Cosoleacaque.

Causas

Esto con motivo de que no procesa el gas metano que extrae para venderlo o utilizarlo como combustible en sus operaciones, debido a la infraestructura y mantenimiento de las instalaciones, así lo indica el informe. Al no aprovecharlo, envía gas a desfogue para quemar y entonces liberarlo en forma de dióxido de carbono y otros gases. Una práctica que evita el envío directo del metano a la atmósfera, que sería aún más dañino en un corto plazo.

“Las principales causas de estos incrementos fueron el bajo aprovechamiento de gas, particularmente en nuevos yacimientos; fallas en sistemas de compresión en complejos procesadores de gas; y a incrementos en las actividades de exploración y producción de petróleo crudo, así como de refinación”, se señala en el documento.

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