Según estudio, al enterrar el dióxido de carbono bajo tierra existe un bajo riesgo de escape a la superficie y contribuiría a mitigar el cambio climático

El estudio elaborado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA CSIC-UIB), encontró que el dióxido de carbono (CO2) permanecería en lo profundo del subsuelo durante millones de años, incluso si las rocas superyace transpirables de baja permeabilidad se fracturaran.

Nueva tecnología

El equipo multidisciplinario, encontró una nueva metodología para calcular la probabilidad de fuga de CO2. Para ello tuvo en cuenta miles de millones de toneladas de CO2 inyectadas bajo tierra a lo largo de una escala de tiempo de millones de años. Esto es mucho más grande de lo que se había investigado hasta ahora.

El estudio publicado en Geophysical Research Letters, se llevó a cabo en colaboración con el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.

De acuerdo con los científicos, los resultados indican que esta tecnología, llamada almacenamiento geológico de CO2_, se puede llevar a cabo de forma segura para mitigar el cambio climático.

Difícil aceptación del método

El despliegue masivo y oportuno de la captura y almacenamiento de carbono a escala de gigatonetas ha sido objeto de criticas. Sobre todo en un camino hacia el logro de los objetivos de reducción de emisiones del Acuerdo de París para mitigar el cambio climático.

Las preocupaciones rondan principalmente en cuanto a la contención a largo plazo. Ya que causa incertidumbre la capacidad de las capas geológicas para almacenar permanentemente CO2 bajo tierra. Sin embargo, el estudio indica que enterrar el dióxido de carbono se ha desplegado con éxito en múltiples sitios de todo el mundo

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