Ante un franco declive de las opciones fósiles contaminantes y tecnológicamente obsoletas, se hace más necesario obtener energías de fuentes renovables

Pero esta acción, no podría completarse sin el almacenamiento energético que permita aprovechar la electricidad de una forma más amable para el medio ambiente.

Tras años de embates gubernamentales, la red eléctrica en México tiene sobre sus sus hombros más de 4.9 millones de empresas que requieren energía para llevar a cabo sus actividades diarias(según datos del INEGI, 2020). Por otra parte, de acuerdo con datos de PRODESEN se estima un crecimiento de 2.7% anual de la demanda de energía eléctrica en los próximos 15 años.

Las nuevas tendencias en el manejo de la energía eléctrica han encontrado un futuro alivio a esta carga a través del uso de baterías de litio. Actualmente ya se utilizan en algunas empresas con resultados notorios: un ahorro de hasta el 40% sobre su tarifa de la CFE, por sólo dar un ejemplo.

Energía continúa

La empresa Quartux, que implementa esta tecnología a través de un software inteligente de regulación, explica que también se pueden evitar apagones y ahorrar dinero en las horas pico de consumo de la red. Sobre todo en industrias que requieren altas cantidades de energía para sus productos o servicios.

El futuro del litio, y los ricos yacimientos que existen en México (especialmente en Sonora) han llamado la atención de empresas en todo el mundo. Nuestro país puede beneficiarse del almacenamiento de energía a la par de tecnologías de punta, como las inteligencias artificiales y los dispositivos adaptados a prácticamente todos los aspectos de la vida humana.

Un beneficio redondo

Sin embargo, para alcanzar este punto hace falta que la iniciativa privada busque y adapte estos sistemas de ahorro a sus lugares de trabajo. Para esto se tiene que entender que habrá un beneficio económico a la par que se avanza en la responsabilidad social que está alcanzando a las empresas más importantes del mundo.

Asimismo, se necesita confiar en iniciativas mexicanas que presenten sus modelos de ahorro para las necesidades de la población local, incluyendo las empresas e industrias que implican grandes cantidades de energía. Es una meta ambiciosa, pero que cada vez parece más accesible y benéfica para la vida de todas las ciudades del país.

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