La generación Z goza de mala fama entre la población mayor, debido a su constante conexión con el mundo digital, lo cual pareciera una desconexión con el mundo real. Sin embargo, esto no es tan cierto, pues tienden a tener una mentalidad prudente y cautelosa a la hora de gestionar su dinero

Las personas nacidas a finales de los años 90 y durante la primera década del 2000 conforman la generación Z. Son más conscientes de la importancia del ahorro que otras generaciones mayores y suelen planificar sus gastos con antelación. También les gusta tomar riesgos y se atreven a la hora de invertir: prefieren la bolsa y las criptodivisas.

A la generación que también se le conoce como ‘nativos digitales’ han revolucionado el mercado con su forma de consumir muy influida por las redes sociales y la opinión de sus iguales.

De acuerdo con Fernando Moroy Hueo, profesor de Finanzas afiliado en la escuela de negocios ESCP de Madrid, “mayoritariamente, se informan a través de las redes sociales y de lo que les puedan comunicar otros colegas de su generación. Rara vez leen periódicos, prensa especializada u otras fuentes de información más verificadas”.

Herencia millennial

Sin embargo, han heredado de la generación millennial la importancia del ahorro y están acostumbrados a elaborar un presupuesto para la economía personal, así explica el estudio Las Finanzas de los Nativos digitales y Millennials españoles’.

En México no es tan diferente, el 73% de la generación Z dice que la situación económica ha hecho que sea más difícil ahorrar y el 75% busca maneras de obtener ingresos adicionales, indica el estudio de Mejores Hábitos Financieros de Bank of America.

Esta generación busca un medio de pago para solventar gastos de aplicaciones, plataformas de comida y transportación, envíos, todo lo que se relaciona con el mundo de consumo digital. Esta necesidad ha movido la balanza y Círculo de Crédito ha identificado un aumento del 80% en las peticiones de crédito por parte de esta generación en 2023.

La incertidumbre por el futuro y los retos económicos a los que se enfrentan (como lo fue la pandemia y la actual situación de inflación) han conformado una mentalidad prudente y cautelosa a la hora de realizar una compra y cuidar su salud financiera.

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