Entre 80 y 85% tienen acceso a un tratamiento contra el VIH en México (incluyendo servicios del IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA y otros). Sin embargo, el resto desarrollan SIDA, asegura Roberto Vázquez Campuzano, investigador de la UNAM

De acuerdo con el académico de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la casa de estudios, en general, las personas que desarrollan el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) en el país se ubican en poblaciones rurales, ya que actualmente este padecimiento crónico tiene cura funcional.

De esta manera, las personas infectadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), con tratamiento ya no desarrollan enfermedades oportunistas asociadas. No obstante, generalmente, mueren, casi todas, de otra enfermedad, aunque la principal asociada a este virus es la tuberculosis.

A 42 años de su descubrimiento en 1981, el SIDA se desarrolla en una minoría de personas que carecen de acceso a tratamiento antirretroviral; quienes lo reciben pueden vivir con una expectativa igual a la de aquellas que no están infectadas.

Prevalencia de 0.3%

El académico explica que en México hay reportados casi 357 mil casos de VIH, de los cuales 227 mil están vivos y reciben medicamento.

La prevalencia en nuestro país es baja, de 0.3%, y se ubica en poblaciones concentradas (hombres que tienen sexo con hombres y usuarios de productos intravenosos). Es mínima comparada con Trinidad y Tobago que se ubica en casi 50%; o en África subsahariana con cifras aún más altas. Estamos mejor que Centroamérica y adelante de muchos países de Sudamérica, comenta.

Campuzano considera que la baja prevalencia se debe, en mucho, al trabajo de las organizaciones civiles, que durante décadas han dado apoyo a la lucha contra el VIH. Mediante campañas de detección que ayudaron a que las personas supieran que estaban infectadas. Además proporcionaron información en parques y plazas públicas. Con ello tuvieron un rol fundamental en el control de la enfermedad.

Inviables vacunas

El especialista refiere que en el caso del VIH hasta ahora no es viable una vacuna. “En 2019 se hizo un intento con la vacuna MOSAICO, que se probó en ocho países (entre ellos México) e incluía antígenos de muchos virus, pero se suspendió en 2021 el proyecto porque confería muy poca inmunidad”.

Actualmente, la ONUSIDA tiene en funciones la Estrategia 90-90-90, que inició hace 15 años, la cual tiene como objetivo que 90% de las personas infectadas en el mundo conocieran que estaban contagiadas; que 90% de ellas estuviera bajo tratamiento antirretroviral; y que de estas el 90% tuviera cargas virales indetectables (lo que significa una enfermedad no transmisible).

“Actualmente en varios países vamos en 95-95-95, pero aún no llegamos a 90-90-90 en otros, y la meta es para 2025. Si lo logramos, se piensa que para el 2030 ya no habrá transmisión del virus”, concluye.

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