Revelan declive de la fauna silvestre en 2024, según informe de WWF
El Informe Planeta Vivo 2024 revela que las poblaciones de fauna silvestre han disminuido un 73% en 50 años. Las especies de agua dulce sufren el mayor declive. La pérdida de biodiversidad amenaza los ecosistemas y el bienestar humano
Según el Índice Planeta Vivo (IPV) elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), siguió de cerca casi 35,000 tendencias poblacionales de 5,495 especies, abarcando anfibios, aves, peces, mamíferos y reptiles. Esta drástica reducción de la fauna silvestre pone de manifiesto la crisis ambiental que enfrenta el planeta, con las especies de agua dulce como las más afectadas, registrando una caída del 85%.
Las regiones más golpeadas son América Latina y el Caribe, donde la disminución alcanza un alarmante 95%. África sigue con un 76%, y Asia y el Pacífico con un 60%. En contraste, Europa y Asia Central, así como Norteamérica, han tenido descensos menos severos (35% y 39% respectivamente), aunque esto refleja un impacto ya evidente en décadas pasadas. En estos últimos casos, las iniciativas de conservación han comenzado a mostrar resultados, estabilizando o incluso aumentando algunas poblaciones.
Sistema alimentario, una amenaza
El informe señala que la degradación de hábitats, impulsada principalmente por nuestro sistema alimentario, es la mayor amenaza para la fauna. Además, factores como la sobreexplotación, las especies invasoras, las enfermedades, el cambio climático y la contaminación contribuyen a esta crisis. La falta de hábitats saludables afecta a la resiliencia de las especies, y a su vez, a la capacidad de los ecosistemas para proporcionar servicios vitales a la humanidad, como alimentos, agua limpia y un clima estable.
El IPV actúa como un indicador de alerta temprana del riesgo de extinción. Cuando las poblaciones de especies caen por debajo de un cierto nivel, su función dentro del ecosistema se ve comprometida, amenazando el equilibrio de procesos vitales como la polinización y el ciclo de nutrientes. Sin embargo, la estabilidad y la diversidad biológica son esenciales para que los ecosistemas resistan perturbaciones. La situación es crítica, y la protección de la biodiversidad se convierte en un imperativo ineludible para asegurar el bienestar de las generaciones futuras.
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