Industria hídrica impulsa la economía circular con reciclaje de membranas de ósmosis inversa
La industria del tratamiento del agua dio un paso significativo al incorporar el reciclaje de membranas de ósmosis inversa (OI). Estas membranas, utilizadas para purificar agua eliminando sales y contaminantes, solían desecharse tras 24 meses de uso, generando anualmente cerca de 14,000 toneladas de residuos plásticos
Ahora, gracias a la innovación, estas membranas pueden transformarse y extender su ciclo de vida, alineándose con los principios de la economía circular.
Del residuo al recurso: el proceso de reciclaje
Investigaciones lideradas por IMDEA Agua en España han revolucionado la gestión de estas membranas de ósmosis inversa mediante un proceso de oxidación con hipoclorito de sodio. Este tratamiento elimina la capa superficial dañada de poliamida, permitiendo reutilizarlas como membranas de nanofiltración (NF) o ultrafiltración (UF). La adaptabilidad del proceso permite producir membranas recicladas con un rendimiento comparable al de las nuevas, a un costo significativamente menor.
Un caso de éxito ha sido el tratamiento de lixiviados de vertedero, aguas residuales altamente contaminadas. Estudios demostraron que las membranas recicladas cumplen con estándares regulatorios, al consumir menos energía y ofrecer una alternativa eficiente a los métodos tradicionales.
Impacto ambiental y económico
El reciclaje de membranas representa un claro ejemplo de economía circular al reducir la dependencia de materias primas derivadas del petróleo, disminuir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y mitigar riesgos ambientales como la eutrofización marina. Además, el costo de producción de una membrana reciclada (menos de 100 euros) es significativamente inferior al de una nueva (entre 400 y 800 euros), generando ahorros sustanciales para la industria.
Si bien persisten desafíos como la regulación y la variabilidad en el rendimiento, el reciclaje de membranas promete transformar la industria del agua, según Aquatech. Con la generación proyectada de millones de módulos OI para 2025, la adopción de esta práctica no solo aborda la gestión de residuos, sino que también consolida un modelo de negocio más sustentable. Al transformar residuos en recursos, la industria hídrica refuerza su compromiso con un futuro más verde y eficiente.
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