Aztecas celebraban a sus deidades con un ayuno y romeritos
En los festejos decembrinos no pueden faltar los romeritos. Los aztecas los utilizaban durante el ayuno previo a las fiestas en que celebraban a sus dioses; luego de la Conquista, su ingesta decayó al ser vista como maleza
Los romeritos estuvieron presentes en la gastronomía desde la época prehispánica. Aunque en un principio se catalogaban como una planta silvestre, con el tiempo su domesticación y cultivo se prolongó. De ahí que de nuevo se incluyó como un ingrediente relevante en los platillos mestizos en las cocinas conventuales de la Nueva España.
En Navidad es uno de los alimentos tradicionales en las mesas mexicanas. En general su preparación se acompaña de papa, nopales, almendra, nuez, cacahuate, cebolla y ajo, dan lugar al famoso platillo llamado “revoltijo” por su combinación de ingredientes. También, se acostumbra guisarlos con mole, nopalitos, papas cambray y tortitas de camarón seco y servirlos durante las cenas de navidad y año nuevo.
Por ello, México contribuyó en 2023 con una producción de romeritos de tres mil 637 toneladas, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
¿De dónde son?
Originarios del centro de México, los romeritos (también llamados romerito, romerillo o quelite salado) son una planta con apariencia de arbusto pequeño de 60 a 100 cm de altura. Con hojas verdes, carnosas, de flores pequeñas y fruto seco.
Los romeritos pertenecen a la familia de los quelites (del náhualt “quilitl” que significa hierba comestible). Crecen en la milpa, a lado del maíz, el frijol o la calabaza y son consumidos principalmente en la región centro durante esta época del año y Semana Santa.
Su nombre científico es Suaeda Torreyana S. Watson. Es de fácil recolección, transporte y consumo, por ello se emplea con mayor facilidad.
Con valor nutricional
Los romeritos son un alimento muy nutritivo por su alto contenido de nitrógeno, proteínas y aminoácidos, comparable con el valor alimenticio de la espinaca, acelga y berro.
También, son fuente de hierro, fibra y antioxidantes que contribuyen a mantener un cerebro sano. Porque sus fitoquímicos protegen a las células de la oxidación y contienen proteína vegetal. La cual es necesaria para la estructura de células, músculos y órganos. También, proporcionan vitaminas A y C, que ayudan al sistema inmune, y son de bajo aporte calórico, pues una taza de romeritos cocidos contiene solo 25 calorías.
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