Tiburones contaminados por mercurio, una amenaza que va del océano a la mesa

Imaginar a un tiburón es evocar poder, velocidad y dominio. Pero hoy, estas criaturas, que reinan en lo más alto de la cadena alimenticia marina, enfrentan una amenaza silenciosa que no distingue entre branquias ni fronteras: el mercurio. Hoy los tiburones contaminados son una realidad
Un reciente estudio de la Fundación Malpelo reveló la presencia de altos niveles de mercurio total (THg) en siete especies de tiburones capturadas ilegal o incidentalmente en la costa pacífica colombiana. Estos animales, que transitan por el Corredor Marino del Pacífico Tropical, llegan contaminados al puerto de Buenaventura, donde son consumidos o exportados como manjar exótico.
Sandra Bessudo, directora de la fundación, explica que “cuando el mercurio llega al río y luego al mar, las especies se alimentan de eso. Luego llegan otras que se alimentan de estos peces y así sucesivamente el mercurio se queda en la cadena trófica de los diferentes consumidores”.
Este proceso, llamado biomagnificación, afecta a depredadores tope como el tiburón martillo (Sphyrna lewini) y el tiburón zorro pelágico (Alopias pelagicus), cuyas concentraciones de mercurio superan los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El peligro no termina en el agua. Según el líder comunitario Evangelista Aragón, “nos preocupa sobremanera. Pero si estamos en nuestro hábitat, ¿qué hacemos? Estamos en nuestro medio y nosotros no podemos detenernos y disminuir nuestra seguridad alimentaria”.
La situación se agrava por la reciente decisión de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), que permite la comercialización de tiburones contaminados, capturados incidentalmente, incluyendo seis especies con altos niveles de mercurio. Para Aragón, “se deberían hacer controles para esta práctica inadecuada que afecta a toda una forma de vida de las comunidades. Es una responsabilidad del Estado poder garantizar la seguridad alimentaria”.
La contaminación por mercurio, como advierte César Delgado de Parques Nacionales, “requiere colaboración internacional”, pues sus efectos traspasan fronteras. El futuro de los tiburones —y de quienes dependen de ellos para sobrevivir— está en juego.
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