Minería sostenible: momento clave de la transición energética en México

Minería podría ahorrar más de un 20 por ciento en gastos de electricidad con contratos de compraventa de energía a largo plazo y participando en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM)
En el contexto actual, donde la presión regulatoria, ambiental y financiera impulsa una transición energética más acelerada, la industria minera en México -que representa el 2.5 por ciento del PIB nacional y el 8.6 por ciento del PIB industrial[1]- comienza a redefinir sus estrategias energéticas.
Con consumos eléctricos elevados en procesos de extracción, procesamiento y transporte, la minería enfrenta desafíos crecientes vinculados a los costos energéticos y las emisiones asociadas a su operación. En este escenario, los contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés) y la participación directa en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) son herramientas clave para avanzar hacia modelos más sostenibles y competitivos.
A través de esquemas PPA, las empresas pueden acceder a energía renovable a precios estables, con contratos a largo plazo que mitigan la volatilidad del mercado de combustibles fósiles. Además, el marco legal mexicano permite que grandes consumidores calificados -como las operaciones mineras- participen en el MEM, lo que ofrece una alternativa directa para adquirir energía de fuentes limpias a precios mayoristas.
Minería, con la oportunidad de tener esquemas sostenibles
“El sector minero enfrenta la oportunidad de adoptar esquemas energéticos más sostenibles sin comprometer su productividad. A través de mecanismos como PPAs y acceso al MEM, las empresas pueden lograr ahorros superiores al 20 por ciento y mejorar su perfil ambiental, alineándose con estándares globales de sostenibilidad”, señala Emiliano Sánchez Rosales, director de Suministro Calificado en Energía Real.
Esta estrategia no sólo contribuye a reducir emisiones y cumplir con compromisos ESG, sino que también se traduce en un mayor control sobre los costos operativos y en una gestión energética más eficiente.
México cuenta con un marco regulatorio que permite a la industria minera adoptar soluciones energéticas limpias. Empresas con una demanda eléctrica mayor a 1 MW pueden convertirse en Usuarios Calificados y, a través de suministradores calificados como Energía Real, contratar productos ligados a centrales eléctricas de diferentes tecnologías en el MEM, donde también es posible adquirir Certificados de Energía Limpia (CEL).
La adopción de energía renovable en el sector no sólo contribuye a los compromisos climáticos del país, sino que también se ha convertido en un factor clave de evaluación de los inversionistas institucionales, fondos internacionales y clientes globales que exigen cadenas de suministro más responsables.
¿Qué sigue para la minería en México?
Frente al nearshoring y el crecimiento de industrias intensivas en electricidad, se espera que el consumo energético del sector minero aumente en los próximos años. Empresas que integren energía limpia en sus operaciones desde ahora no sólo mitigarán riesgos regulatorios, sino que también ganarán ventaja competitiva en licitaciones, exportaciones y relaciones con stakeholders globales.
Este avance posiciona a México como un proveedor más competitivo, donde la energía renovable contratada mediante PPA o adquirida en el MEM se ha convertido en un diferenciador estratégico para el sector minero.
Referencia
[1] https://www.gob.mx/se/acciones-y-programas/mineria#:~:text=El%20sector%20minero%2Dmetalúrgico%2C%20en,(INEGI)%2C%20en%202021
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