Frente a crisis ambientales y urbanas, el arquitecto japonés Kengo Kuma ofreció una conferencia magistral en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo de la Ciudad de México, donde presentó su filosofía arquitectónica centrada en el regreso a la naturaleza
El encuentro se realizó el 21 de julio de 2025 y contó con la colaboración de la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la Universidad Iberoamericana, la Casa Estudio Luis Barragán, la Fundación Japón en México y Fundarq MX.
Ante un auditorio lleno, Kuma desplegó más de 300 imágenes que ilustraron su trayectoria, proyectos y evolución conceptual.
“El tema de hoy es muy simple: cómo volver a la naturaleza. Eso es lo que necesitamos ahora”, afirmó al inicio de su ponencia. Con un tono cercano y reflexivo, analizó los impactos de la densificación urbana en la vida contemporánea. “La historia de la humanidad ha sido un camino hacia la densidad. Pero esa densidad nos trajo cosas malas: contaminación, estrés, incluso el COVID. Y ahora todos sentimos que debemos volver”, señaló.
Una vida marcada por la arquitectura y el paisaje
Kengo Kuma compartió que su vocación surgió a los diez años, cuando visitó el Estadio Nacional Yoyogi, diseñado por Kenzo Tange para los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Ese día, decidió convertirse en arquitecto. Desde entonces, ha transitado de la verticalidad imponente del siglo XX hacia un enfoque más humano, horizontal y armónico con el entorno.
“Kenzo Tange entendió el espíritu de su época. En los sesenta, todos querían ir hacia arriba. Pero en 2025, la gente ya no quiere escalar, quiere disfrutar su vida cotidiana. Yo quiero diseñar para este momento”, sostuvo Kuma.
Entre los proyectos destacados de su exposición estuvo el Estadio Nacional de Japón para los Juegos Olímpicos de 2021, construido con maderas provenientes de las 47 prefecturas del país y vegetación local. “Queríamos mostrar la diversidad del país. Cada madera tiene un grano, un color, una historia”, explicó.
También habló del templo Hōryū-ji, edificado en el siglo VII, cuya estructura modular permite su reparación y longevidad. “Es una arquitectura reciclable. Mucho más avanzada que el concreto. Esos carpinteros sabían cómo reemplazar cada parte. Eso es muy futurista”, expresó.
Técnica tradicional y tecnología contemporánea
Kengo Kuma ha logrado integrar técnicas ancestrales japonesas con herramientas digitales de vanguardia. Un ejemplo emblemático fue el Chidori Pavilion, construido en Milán sin clavos ni adhesivos, ensamblado únicamente por presión, gracias al uso de cálculos computacionales precisos. “Después del evento, lo desmontamos fácilmente y lo llevamos de regreso a Japón”, relató.
Para el arquitecto, la tecnología tiene un papel de soporte, no de protagonismo. “La tecnología está siempre presente, pero nunca debe ser protagonista. La naturaleza debe ocupar el centro del proyecto”, afirmó.
Al finalizar la charla, respondió preguntas del público y compartió su admiración por México y figuras como Luis Barragán e Isamu Noguchi. “México es un lugar fascinante para cualquier arquitecto. Aquí el arte, la arquitectura y la política se cruzan de manera intensa. Siempre que vengo, encuentro inspiración”, dijo.
La directora general del Patrimonio Artístico Inmueble del INBAL, Dolores Martínez Orralde, destacó el vínculo entre ambas culturas a través de la arquitectura. Por su parte, María Bustamante Harfush, presidenta de Fundarq MX, agradeció la generosidad del arquitecto: “Es un honor contar con la presencia de un arquitecto cuya obra ha sido consistente, contundente, elegante y profundamente sensible”.