Ayer en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se establecieron diversas acciones en materia de glifosato y maíz transgénico. Con ello se abroga el Decreto de diciembre de 2020 sobre la misma materia, que definía el 31 de enero del 2024 como límite para la importación de estos granos

México es centro de origen de más de 55 razas de maíz. Por ello, la política de seguridad alimentaria de esta administración estableció como uno de sus objetivos preservar este patrimonio biocultural; las prácticas agroecológicas de las comunidades campesinas, la milpa y la riqueza gastronómica; además de la salud de la población frente a los agroquímicos.

Algunas precisiones

El decreto se acota estrictamente al maíz según su uso: alimentación humana (masa y tortilla), forraje e industrializado para alimentación humana. La canola, la soya, el algodón y el resto de las materias primas no quedan sujetas a esta regulación.

De acuerdo con la Secretaría de Economía (SE), esta modificación “no representa afectación alguna al comercio ni a las importaciones, entre otras razones, porque México es de sobra autosuficiente en la producción de maíz blanco libre de transgénicos. De lo que se trata es de consolidar tal soberanía y seguridad alimentaria en un insumo central en la cultura de las y los mexicanos”.

Respecto al uso de maíz genéticamente modificado para el forraje y la industria, se elimina la fecha límite para prohibir su uso. Así queda sujeto a que exista suficiencia en el abasto. Se tiene previsto realizar mesas de trabajo con el sector privado nacional e internacional para lograr una transición ordenada.

Respuesta de Estados Unidos

Este decreto surge tras la exigencia de Estados Unidos a México de una explicación sobre los fundamentos científicos en los que sustentaba su veto al maíz transgénico. En este marco, la autoridad establece “explícitamente” que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) realizará investigaciones científicas sobre los posibles impactos del maíz transgénico en la salud humana. Tales estudios se realizarán con agencias sanitarias de otros países.

Cabe mencionar que el impacto de una posible eliminación del uso del maíz transgénico en México impactaría de manera negativa en el comercio con Estados Unidos en esta materia; debido a que México es su principal comprador. En 2021, la importación desde el país del norte se cifró en 16.8 millones de toneladas, por un valor de 4,700 millones de dólares. Gran parte del maíz adquirido por México fue amarillo.

De ahí que la SE confirma su “compromiso de cumplir el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), según el cual las decisiones fitosanitarias deben estar basadas en evidencia científica”.

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