¿Sabías que el calentamiento global empeora la calidad del sueño?

Se piensa que el cambio climático sólo afecta al medio ambiente. Sin embargo, el calentamiento global está impactando en el sueño profundo, el cual es crucial para la salud, según un estudio
“Por cada aumento de 10 °C en la temperatura ambiente, las probabilidades de insuficiencia de sueño aumentaron en un 20.1%, mientras que la duración total del sueño disminuyó en 9.67 minutos, siendo el sueño profundo el que más disminuyó (en un 2.82%)”, así señala el estudio liderado por Anni Li.
La investigación publicada en Nature indica que proyectando estos datos y considerando los gases de efectos invernadero sin restricciones a finales de este siglo la insuficiencia de sueño aumentaría 10.50%. Eso quiere decir que se perderían anualmente de 33.28 horas de sueño por persona. Habría consecuencias negativas, ya que el sueño profundo es fundamental para la restauración cerebral, la consolidación de la memoria y la regulación emocional.
Afectaciones que van más allá de lo visible
Ante una falta de restauración completa o muy limitada, aunado a una cultura de productividad y consumo exacerbada, incrementarían los trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, enfermedades neurodegenerativas, déficits cognitivos y deterioro de la función ejecutiva.
Además, los autores subrayan que otras consecuencias del calentamiento global en el sueño incluyen riesgos para la salud respiratoria, mental y cardiovascular e incluso incremento de la mortalidad. Dado que el sueño juega un papel vital en la memoria, la concentración, el sistema inmunológico y la regulación emocional, cualquier empeoramiento en su calidad podría agravar enfermedades crónicas existentes y aumentar la carga sobre los sistemas de salud.
El estudio que monitoreó el sueño de 214,445 participantes en China continental a lo largo de 23 millones de días, indica que esto podría afectar principalmente a las personas ancianas, las mujeres, las personas con obesidad y a las regiones del Sur, Centro y Este.
La intención del estudio es apoyar a la creación de políticas climáticas. De ahí que los investigadores comentan que es importante tomar acción en dos sentidos. Principalmente en reducir las emisiones contaminantes; y en adoptar medidas adaptativas específicas. Recomiendan estrategias como el diseño de entornos urbanos frescos, mejoras en el aislamiento de viviendas y el uso de tecnologías pasivas de enfriamiento en las noches. Además, proponen programas de apoyo focalizados en los grupos más vulnerables y en subgrupos.
Aunque parece invisible este impacto, reducir casi 10 minutos de sueño profundo podría tener efectos a corto y a largo plazo, tiempo que es determinante para la productividad y rendimiento de una persona.
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