viernes, septiembre 19

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó su informe 2024 sobre el estado de los recursos hídricos mundiales, en el que se advierte un panorama de desequilibrio creciente. Según el documento, apenas un tercio de las cuencas hidrográficas registró condiciones normales, mientras que el resto mostró valores por encima o por debajo de lo esperado, marcando el sexto año consecutivo con anomalías.

Uno de los hallazgos más graves es la pérdida generalizada de masa glaciar, que se mantiene por tercer año consecutivo en todas las regiones. Muchas zonas de glaciares pequeños alcanzaron el llamado “pico de agua”, punto en que se da la máxima escorrentía anual antes de iniciar un retroceso irreversible.

El reporte señala que la cuenca del Amazonas y otras partes de Sudamérica, así como el sur de África, sufrieron sequías extremas en 2024, mientras que África central y oriental, además de regiones de Asia y Europa central, experimentaron condiciones inusualmente húmedas. Estas variaciones responden, en parte, al impacto del fenómeno de El Niño, que contribuyó a un año récord de calor global.

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¿Cuáles son los principales hallazgos de la OMM acerca del desequilibrio hídrico?

En los últimos seis años, dos de cada tres cuencas fluviales mostraron exceso o déficit de agua en comparación con la media de 1991-2020. Cuencas clave como las de los ríos Amazonas, Paraná, Orinoco y Zambeze tuvieron caudales muy bajos, mientras que otras, como las del Danubio, Indo y Ganges, registraron crecidas importantes. En paralelo, casi todos los grandes lagos analizados alcanzaron temperaturas superiores a lo normal, lo que impactó en la calidad del agua.

La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, advirtió que el agua se encuentra bajo “una presión sin precedentes”. Señaló que disponer de datos confiables es esencial para tomar decisiones efectivas: “No se puede gestionar lo que no se mide. Sin datos, corremos el riesgo de actuar a ciegas”, expresó.

El informe resalta que alrededor de 3,600 millones de personas carecen de acceso adecuado al agua al menos un mes al año, y se estima que para 2050 esa cifra superará los 5,000 millones. Esto mantiene al mundo lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6, relativo al agua limpia y al saneamiento.

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Los glaciares en riesgo

En cuanto a los glaciares, la pérdida total fue de 450 gigatoneladas en 2024, volumen que equivale a llenar 180 millones de piscinas olímpicas. Este derretimiento elevó el nivel del mar en 1.2 milímetros en un solo año, aumentando la vulnerabilidad de poblaciones costeras.

El informe también describe fenómenos extremos de gran impacto humano. África tropical sufrió lluvias intensas que dejaron 2,500 muertes y 4 millones de desplazados. Europa vivió sus inundaciones más extensas desde 2013, mientras que en Asia y el Pacífico los ciclones y lluvias sin precedentes cobraron la vida de más de 1,000 personas.

En Brasil, el contraste fue extremo: al sur se registraron inundaciones catastróficas que causaron 183 muertes, mientras que la cuenca amazónica continuó en sequía severa, afectando más de la mitad del territorio nacional.

La OMM subraya que el deterioro de los recursos hídricos requiere mejorar el monitoreo, reforzar la cooperación internacional y fomentar la gestión sostenible. El desafío, concluye el informe, es garantizar que la información científica sirva como base para proteger un recurso vital cada vez más amenazado.

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