AL, el Caribe y la circularidad de sus metrópolis
Las principales ciudades latinoamericanas y caribeñas apuestan por el desarrollo de la economía circular. Para realizar esta elección sostenible, se lanzó la “Declaración de las ciudades circulares de América Latina y Caribe”, presentada el 25 de octubre, durante la X Conferencia Italia – América Latina y Caribe, que tuvo lugar en Roma
Un compromiso de amplio alcance que promueve la transición hacia modelos de negocios circulares en un área del mundo de altísima concentración urbana de la población, con megaciudades como San Pablo, Buenos Aires, Ciudad de México y Bogotá.
La iniciativa puesta a punto por CEPAL y por la Organización Internacional Italo – Latino Americana (IILA), apunta a analizar las mejores prácticas, las oportunidades y los desafíos relacionados con una transición hacia un modelo circular que ya no se puede posponer.
En este sentido, el manifiesto ofrece un terreno común para revolucionar en sentido circular el continente sudamericano y responder, de esta manera, a los desafíos de la transición ecológica y energética actuales.
El de las ciudades circulares es un ámbito en el que Enel desea ser protagonista y dar soporte a las ciudades para ser más inteligentes, apuntando a la competitividad económica, la sostenibilidad medioambiental y la inclusión social.
Lo demuestran los numerosos proyectos actuales sobre movilidad eléctrica, redes eléctricas inteligentes y fuentes renovables; así como el último lanzamiento en América Latina del Circular Economy Report de Enel X, un servicio de asesoramiento para las empresas y la administración pública comprometidas en adoptar el modelo circular.
Por ello, en la X Conferencia Italia – América Latina y Caribe de Roma, el Grupo intervino con el presidente Michele Crisostomo, quien participó en el evento denominado “Desafíos globales y locales: el liderazgo de las ciudades circulares”.
¿Qué se pone de manifiesto en la Declaración de Roma?
En el documento se remarca la necesidad de adoptar soluciones innovadoras en las ciudades para aplicar luego a escala global.
De hecho, las ciudades consumen más de dos tercios de los recursos globales y de la generación de riqueza. Por lo tanto, no es posible cambiar el modelo productivo en sentido circular sin la participación activa de los ciudadanos.
La declaración tendrá un papel fundamental para favorecer el compromiso activo de las administraciones municipales y de las demás partes interesadas, para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A lo largo de 2022 se organizará una mesa de trabajo transversal a nivel ciudadano para definir las prioridades y las principales líneas de acción sobre la economía circular, además de realizar un documento de visión a 2030. Un futuro que será circular, para transformar desde la base el concepto tradicional de ciudad y promover un desarrollo equitativo y sostenible.
