El emprendimiento resurge con una ola de nuevas MiPyMEs mexicanas
“¿Por qué decidiste emprender?”, esta pregunta respondió, hace menos de un año, un grupo de personas que, después de la pandemia, decidieron iniciar su propio negocio
Lizbeth Ortega*
Esto dentro del marco de un estudio que desarrollamos en la compañía, para conocer la nueva realidad que las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) comenzaban a vivir en ese entonces. Y las respuestas fueron, por demás, interesantes y reveladoras.
Y es que como parte de nuestra encuesta, “Digitalización de las PyMEs y el emprendimiento en México: hallazgos, retos y alcances en 2021”, quisimos conocer no sólo qué ocurría con estas unidades económicas y las personas que las encabezaban, o bien, las que trabajaban en ellas; sino también, cuáles eran, específicamente, las que surgieron después de la contingencia.
Fue así que, de un total de 400 empresas que participaron en el estudio, un 5% dijo que había surgido durante o luego de la pandemia. En un primer vistazo, la cifra es mínima si se compara con el resto de negocios que sobrevivieron y que -en algunos casos- se reinventaron para continuar operando. Sin embargo, fue un dato muy positivo que dejaba ver que, aun en las peores crisis, el espíritu emprendedor en México nunca se detuvo.
Esta cifra también tiene concordancia con el estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN 2021) que presentó, en diciembre pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el cual revela que, entre mayo de 2019 y julio del año pasado, abrieron 1.2 millones de unidades económicas, al mismo tiempo que 1.6 cerraron sus puertas.
Con todos estos datos se puede inferir que, a pesar de que el encierro y las difíciles condiciones sanitarias que limitaron la actividad productiva (y provocaron el cierre de un importante número de MiPyMEs), hubo también oportunidad para crear nuevas empresas. De aquí se desprenden dos cuestionamientos, también importantes: quiénes las encabezan y con qué objetivo.
Los valientes
¿Quién podría ver como “una buena idea” iniciar un negocio en medio de la pandemia? Para alguien no familiarizado en el ámbito empresarial parecería hasta un disparate arrancar un emprendimiento en un periodo tan complicado, con condiciones nada favorables y una constante incertidumbre. Cabe destacar que surgieron valientes que sí lo hicieron.
Y los llamo así porque su coraje y determinación les permitió ver más allá de los problemas para abrirse paso y comenzar lo que, para entonces, parecía imposible: arrancar un negocio propio.
Justo para saber quiénes son algunos de esos intrépidos, sirve conocer más del 5% que nos dijo -en nuestro estudio- que después de la contingencia iniciaron su MiPyME:
- 45% fueron empresarios que cerraron su anterior negocio, pero que ahora estaban listos para poner en práctica una nueva idea.
- 30% fueron jóvenes universitarios o recién egresados.
- 25% fueron personas desempleadas, pero con una motivación clara por emprender.
Estas cifras también sirven para revelar qué mueve a estas personas por buscar trascender en el mercado, con una idea, proyecto o empresa propia.
Si consideramos el número de MiPyMEs que cerraron durante la pandemia, el índice de no ocupación de la Población Económicamente Activa (PEA) llegó en febrero pasado a un nivel de 3.75%; además de otros retos económicos (como la alta inflación) es claro que estamos en la antesala de la aparición de una nueva ola de MiPyMEs que será parte de la base económica de México.
Su motivación
La pandemia trajo consigo graves repercusiones en la actividad productiva del país; pero eso, precisamente, fue lo que impulsó a más personas a buscar una fuente de ingreso (principal o extra) para superarlas. A propósito de ello:
- 60% de estos nuevos emprendedores afirmaron que iniciaron este camino al ver la oportunidad de hacer negocio.
- 15% señaló que de un modelo de operación, que les funcionó durante la pandemia, querían mantenerlo y aplicarlo después en otro proyecto.
- 15% buscó emprender para seguir empleando a su personal.
- Mientras que 10% señaló querer tener muchas ventas.
Es importante mencionar lo siguiente: artesanías de papel, compra/venta de llantas, creación de contenido digital, diseño, distribución de refacciones automotrices, fabricación de envases de plástico y venta de calzado, son algunas de las principales actividades de estos nuevos negocios.
Para las compañías que desarrollamos software especializado, esto significa un importante reto, porque no se trata de mostrarles las bondades de la digitalización (que la tienen ya integrada), sino de hacerles ver por qué los productos que desarrollamos son los ideales para su negocio. Y eso lo lograremos sólo si nos adaptamos a la nueva realidad del mercado.
Como ya hemos visto, estas MiPyMEs están cimentando la actividad económica del país; y están teniendo desafíos, como: llevar una adecuada contabilidad y administración, optimizar sus ventas, controlar sus nóminas y mejorar sus procesos de cobranza. Y en todo esto, las firmas tecnológicas deben estar a la altura de brindarles las herramientas y el conocimiento que necesitan para trascender y aportar a la actividad económica de México.
*Lizbeth Ortega es Directora Comercial de CONTPAQi.