El valor del agua es mayor de lo que imaginamos
El valor del agua está en todos lados; por ejemplo, para producir 1 litro de tequila se requieren 15 litros del vital líquido y para 1 litro de mezcal, 20 litros
Juan Pablo Rodríguez, director comercial de SUEZ – Water Technologies & Solutions México
Generalmente, las personas no dimensionan la cantidad de agua que se necesita para producir alimentos, bebidas, medicinas, ropa, zapatos, papel, celulares, autos, entre muchos otros productos y materiales en los que el uso del recurso hídrico va muy por encima de lo imaginado.
Un acto tan sencillo como vestirse, tomar una taza de café o comer una bolsa de papas implica la utilización de una gran cantidad de agua para su producción.
Gracias a la huella hídrica es posible identificar la cantidad de agua que requiere la producción de cualquier cosa y el estilo de vida de cada persona determina el tamaño de ésta, demostrando que toda acción que ocurre durante el día genera el consumo de agua tanto de manera real como virtual.
¿Qué es el agua virtual?
El tipo de agua virtual se refiere al uso del agua de manera indirecta, como la que se utiliza al fabricar un auto o unos zapatos. Y el tipo de agua real es aquella que se consume directamente de la llave para tomar un baño o lavar los trastes.
Es verdad que el Cambio Climático y el aumento de la población están provocando escasez de agua, pero eso es solo una parte de la historia.
La gran mayoría del uso de agua es de las actividades provenientes de la agricultura, la fabricación y actividades industriales.
En México, la agricultura y ganadería consumen el 76.3 por ciento; en el mundo, estas actividades consumen, en promedio, 70 por ciento.
Industria y la generación de energía, grandes consumidores de agua
Estos consumidores registran los siguientes datos:
- México. con el 13 por ciento.
- El promedio mundial es de 22 por ciento.
- Quien se lleva el menor porcentaje es el uso doméstico, que en México corresponde a 10 por ciento y a nivel global a un promedio de 8 por ciento.
Se calcula que el 92 por ciento de la huella hídrica está relacionado con lo que se come. La carne es el alimento que más agua consume, se necesita mucha más cantidad de agua para producir 100 gramos de ternera que 100 gramos de papas.
Según datos de la red Water Footprint, la plataforma internacional de colaboración entre organismos en el campo de la huella hídrica, la producción de un kilo de ternera requiere de 16,000 litros de agua.
Datos que llaman la atención
Existen datos sorprendentes y muy interesantes sobre la cantidad de agua que se utiliza en la fabricación de ciertos productos. Por ejemplo:
- Para producir 1 litro de tequila se requieren 15 litros de agua, los productores de mezcal ocupan 20 litros de agua por cada litro de mezcal.
- Si se produce 1 kilo de café, se necesitan, aproximadamente, 21,000 litros de agua y para preparar una taza de café se requieren 7 gramos, por lo que una taza de café tiene una huella hídrica de 140 litros de agua.
- En el caso del chocolate, se necesitan alrededor de 17,196 litros de agua para producir un kilo de chocolate, por lo que para una tableta de chocolate de 100 gramos su costo en agua es de 1,700 litros.
En México, el sector que más agua desperdicia es el que más la consume: el sector agropecuario (agricultura y ganadería).
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), 57 por ciento del agua que consume se pierde por evaporación, pero sobre todo por infraestructura de riego ineficiente, en mal estado u obsoleta.
Las pérdidas por infiltración y evaporación ascienden a más de 60 por ciento del agua almacenada y distribuida para fines agrícolas.
Se ha pronosticado que para 2025, más de la mitad de la población mundial vivirá en áreas con escasez de agua, representando un peligro para la salud humana y el crecimiento económico.
En SUEZ – Water Technologies & Solutions existen soluciones tecnológicas de reutilización del agua que apoyan la implementación del reúso del elemento, además de que se promueva la economía circular y sostenibilidad del agua.
El tratamiento de aguas residuales se torna en una gran inversión que a largo plazo no sólo beneficia a las industrias, sino también a las comunidades, ciudades y el medio ambiente.
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