Si has comenzado a construir tu huerto en casa, esto te interesa. Las hierbas también pueden ser indicadoras del suelo, de las propiedades, procesos y la calidad de la tierra. Aquí te decimos cuáles son

Leer el suelo a través de las hierbas es un método que Geoff Lawton, experto en permacultura, lleva a cabo y recomienda. En un metro cuadrado de suelo, puede haber mil semillas de distintas hierbas esperando las condiciones correctas de suelo para germinar. Con ello, puedes usar este conocimiento para tener una visión general de la condición del suelo, a partir de observar qué especie de plantas están creciendo.

De acuerdo con la organización De Nuestras Tierras, hay cuatro tipos de suelos, de ahí que nacen cuatro hierbas representativas.

Descompactadoras de suelo

Las plantas descompactadoras tienen raíces profundas para romper suelos compactados y arcillosos. Las raíces primarias alcanzan profundidades en la tierra; y ofrecen caminos a los nutrientes, al aire y al agua para revitalizarlos. Algunos ejemplos de éstas son el diente de león, la berza, el acederón, la bardana y el llantén.

Fijadoras de nitrógeno

Las plantas fijadoras de nitrógeno trabajan en conjunto con la bacteria para poner nitrógeno de nuevo al suelo; es decir, son suelos pobres. Generalmente pertenecen a la familia de leguminosas. Suelen tener hojas simétricas que se espejan; además de vainas de semillas y nódulos en sus raíces. El trébol blanco, la vicia, el lotus, la mimosa y la crotalaria son algunas de estas hierbas.

Controladoras de erosión

Las controladoras de erosión por lo general se esparcen en paisajes erosionados mediante sistemas radiculares fibrosos. Sus raíces peludas detienen el suelo de lavarse en la lluvia, mientras las plantas evitan que se vuele con el viento. Es decir, germinan en suelos sueltos. El gramón, la grama, el sorgo de alepo, el amor seco y la portulaca son algunas de ellas.

Fijadoras de potasio

Las fijadoras de potasio se especializan en cosechar potasio donde es escaso. Por lo normal aparecen después del fuego, donde la mayoría del potasio se quema. Ejemplos de éstas son el helecho, la hierba sangrienta japonesa, la milenrama, la centaurea y el capiquí.

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