Uno de los aspectos más importantes para mantener y prolongar la vida de tu mascota; y que además ayudará a proporcionarle una mejor calidad de vida, es su nutrición, que es diferente a alimentación

Muchas veces se tiene la idea de que nutrir es mejor que alimentar. Y cuando hacemos una evaluación a lo que se refiere cada proceso, nos damos cuenta que si bien ambas actividades están ligadas al mismo fin, mantener al organismo en condiciones que puedan hacerlo capaz de realizar todas sus funciones vitales sin ningún problema, es otra historia.

Según información de Banfield Pet Hospital, la práctica de la alimentación inadecuada resulta en el desarrollo de una amplia variedad de desbalances nutricionales que da como resultado la formación de una enfermedad clínica. Las razones por las que se despliegan las afecciones se deben muchas veces a la incorrecta selección de la comida. Un ejemplo serían aquellas personas que ofrecen una dieta vegetariana a sus gatos. Pero también están quienes brindan una selección inadecuada de dieta para cada etapa de la vida de tu mascota. O incluso los que sirven cantidades incorrectas de comida que llevarán a generarle un desequilibrio nutricional.

Vamos a analizar cómo se lleva a cabo cada proceso, alimentación y nutrición. Con la finalidad de tener una idea más clara de cada uno y entender que ambos son muy importantes; además de que la intención es mejorar las condiciones de vida de nuestros animales de compañía.

La alimentación 

Se refiere al proceso de ingerir alimentos con el objetivo de recibir los nutrientes necesarios para sobrevivir, los cuales posteriormente se transforman en energía. Por tanto, la alimentación es una de las actividades y procesos esenciales de los seres vivos, ya que está directamente relacionada con la supervivencia.

Por otra parte, se va a relacionar de manera estrecha con el proceso de digestión. Este proceso inicia desde el momento que el alimento se encuentra en la boca. Al masticar se disminuye el tamaño de cada elemento, el cual es mezclado con saliva, una sustancia que no sólo lo humidifica, sino que contiene enzimas digestivas. Éstas son las encargadas de permitir que en la siguiente etapa se absorban los nutrientes.

Después de ese primer procesamiento, esa comida pasa a través del esófago para llegar al estómago. En donde se sigue degradando por medio de los jugos gástricos. Estos son los encargados de ayudar a hacer cada vez más pequeñas las partículas, llamándose ahora bolo alimenticio. Éste se dirigirá al intestino delgado donde, con ayuda de la bilis elaborada por el hígado y otro grupo de enzimas producidas por el páncreas, va a provocar que estas partículas sean asimiladas por esta sección del aparato digestivo a través de las vellosidades intestinales.

Al terminar de pasar por esta sección, los residuos del alimento transitan hacia el intestino grueso. Con ello inician su paso por el ciego (que es la unión al intestino delgado) y siguen al colón. Es la porción donde se van a absorber electrólitos y agua; para al final eliminar lo que quede en forma de excremento.

TE PUEDE INTERESAR ♦ Biodiversidad del Huerto Roma Verde, una resistencia citadina contra crisis medioambiental