Okinawa y Cerdeña, modelos de bienestar emocional que las empresas pueden replicar
La salud mental en las empresas es clave para mejorar la productividad. Okinawa y Cerdeña, Zonas Azules, son ejemplos que inspiran a adoptar modelos que prioricen el bienestar emocional, reduciendo el estrés y la ansiedad laboral
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado cada 10 de octubre, surgen reflexiones importantes sobre cómo las empresas pueden mejorar la salud emocional de sus colaboradores, tomando como inspiración las Zonas Azules, regiones del mundo donde las personas viven más tiempo y con mejor calidad de vida. Okinawa (Japón) y Cerdeña (Italia) destacan por su enfoque en el bienestar emocional, un aspecto crucial que puede aplicarse en el ámbito corporativo.
En estas zonas, no solo se priorizan la alimentación y el ejercicio, sino que también se da un papel central a la salud mental. El concepto del “ikigai” en Okinawa, que significa “la razón de ser”, fomenta la búsqueda de propósito en la vida diaria, lo que reduce el estrés y mejora las relaciones interpersonales. En Cerdeña, la conexión comunitaria y familiar refuerza el bienestar emocional de sus habitantes, creando un entorno más saludable.
A nivel global, las cifras son alarmantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se pierden 12,000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que representa pérdidas anuales de un billón de dólares para las empresas. En México, una encuesta de Statista reveló que el 27% de la población ha experimentado depresión, estrés o ansiedad en el último año. En comparación, países como Estados Unidos y Gran Bretaña reportan un 42%, y Australia un 44%.
Alberto Fernández, fundador y director de MiMente, una plataforma healthtech que promueve la salud mental en las empresas, enfatiza que las organizaciones deben tomar medidas proactivas.
“En México, tratamos el estrés laboral como un mal inevitable, cuando en realidad debería ser una señal de alarma para nuestras organizaciones. En MiMente nos inspiramos en los principios de las Zonas Azules, donde pequeños cambios en el estilo de vida tienen un impacto profundo en la longevidad y bienestar. Nosotros vamos más allá de reducir el burnout y creamos espacios donde los colaboradores prosperen física y emocionalmente”.
Las empresas tienen la responsabilidad de implementar programas de apoyo psicológico, mindfulness, coaching y acceso a profesionales de la salud mental. Estas iniciativas no solo mejoran la vida de los empleados, sino que aumentan la productividad y el rendimiento organizacional.
“El costo de la ignorancia emocional en las empresas es invisible, pero devastador”, concluye Fernández. “Por cada peso que creemos ahorrar no invirtiendo en salud mental, perdemos diez más en productividad, ausentismo y rotación”.
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