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Se aventura África a exportar ropa de segunda mano

África


La exportación de ropa de segunda mano puede ser un motor de empleo y crecimiento en África

En África, el envío de grandes toneladas de ropa usada por parte de entidades irresponsables ha generado vertederos que contaminan el suelo, el agua y emiten gases tóxicos, pero de la mano de gestores de la economía social y socios locales este comercio también ha creado puestos de trabajo, como apuntan varios estudios, señaló Humana.

Las voces críticas a este tipo de envíos argumentan que se ahoga la industria textil local y los medios de vida en algunos países en desarrollo. Además, se genera una dependencia tanto psicológica como material a las donaciones y corre el riesgo de avalar la creación de vertederos de residuos textiles.

De esta manera, al investigar grandes marcas de fastfashion, dibuja un panorama en el que “prendas que cuestan cada vez menos y son de peor calidad, tras ser desechadas (en España), viajan miles de kilómetros para buscar una segunda vida que casi nunca llega”.

“Con este problema en la percepción y la reputación del mercado mundial de ropa usada”, en palabras del director de Proyectos y Relaciones Externas de Humana, Rafael Mas, “corremos el riesgo de que la población se quede con la idea de que enviar ropa usada a África es censurable y que debe evitarse”.

Pero “todos saldremos perdiendo si reprimimos indiscriminadamente esta actividad, basándonos en la generalización infundada de que toda la ropa usada es basura”, asegura Mas en un comunicado.

¿Dónde van a parar las prendas depositadas en los contenedores de ropa en España?

En 2024, Humana recuperó:

  • 19,074 toneladas de artículos.
  • De ellas, el 41 por ciento fueron exportadas a países africanos como Angola, Guinea-Bissau, Malawi, Zambia y Mozambique.
  • Empresas de economía social envían allí con el objetivo de ofrecer prendas a precios asequibles.

En balas de entre 400 y 500 kg, esta ropa viaja desde:

  • Las plantas de Humana en Madrid y Barcelona a Mozambique.
  • Donde ADPP, organización no gubernamental y socio local, las clasifica y comercializa.
  • Ya sea en tiendas propias de la ONG o en fardos revendidos a pequeños comerciantes, estas prendas llegan a vitrinas y mercados de una de las regiones más pobres del mundo.

Creación de empleo en países africanos

Más de 1.28 millones de personas están empleadas en el sector de ropa de segunda mano, la gran mayoría en el empleo informal, concluye el estudio editado por la universidad Queen Mary de Londres.

Asimismo, un informe de Oxford Economics asegura que “además de sus beneficios ambientales, la segunda mano impulsa el valor económico mundial, crea empleo y fomenta una economía más sostenible e integradora, contribuciones que a menudo se pasan por alto”.

Publicado en septiembre del año pasado, el documento cuantifica el impacto económico y social en 2023, especialmente el aporte de la industria textil de segunda mano en el PIB y creación de empleos.

La cifra más alta le corresponde Ghana, con un aporte de 76 millones de dólares al PIB y 65.000 empleos. Después está Kenia, el cual obtuvo 17 millones de dólares y donde se crearon 6,300 empleos formales, sin contar los 68,000 informales. También está Mozambique, donde se produjeron 10.7 millones de dólares para su PIB, 5,700 trabajos formales y 15,000 informales.

Impacto en Mozambique

El sector de la moda de segunda mano está muy posicionada en la vida diaria de los mozambiqueños, de acuerdo con el informe desarrollado por Consulting for Africa y Avalon Capital Limitada. El 80 por ciento de la población se viste con ropa de segunda mano importada, el sector de ropa reutilizada genera 288,000 empleos directos y, al menos, 85 por ciento de las personas empleadas en este sector son los principales generadores de ingresos en sus hogares.

Aunado a lo anterior, el estudio determina que no hay evidencias de que la ropa usada contribuya a la aparición de vertederos de textiles, ya que la cultura local rechaza tirar la ropa sino aprovecharla cuantas veces sea necesario.

Si bien los vertederos y el hiperconsumo son realidades innegables, “hay otra vida más allá de las montañas de ropa en Ghana o Kenia. Los datos y los resultados del trabajo de entidades gestoras serias y responsables desmontan ese relato parcial y catastrofista”, concluye Humana.

Con información de EFEverde

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