miércoles, septiembre 17

La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) comenzará esta semana los primeros encuentros con empresas interesadas en el proyecto de gasoducto, una obra valuada entre 2,000 y 8,000 millones de dólares que busca diversificar operaciones y fortalecer la competitividad de la vía interoceánica.

El administrador de la ACP, Ricaurte Vásquez, explicó que estos acercamientos permitirán definir la magnitud de la obra, el tipo de gases a transportar, el diseño de las terminales y los esquemas de almacenamiento. “Hemos invitado a las industrias para que escuchen la propuesta y poder avanzar hacia una licitación”, señaló.

Avances en ITER y JT-60SA mantienen vivo el sueño de la fusión nuclear como energía limpia e ilimitada

¿Cómo será el gasoducto del Canal de Panamá?

El plan incluye la construcción de dos terminales —una en el Atlántico y otra en el Pacífico— unidas por 76 kilómetros de tubería y tres ductos separados para propano, butano y etano. Según Vásquez, se requeriría una capacidad instalada cercana a 600 MW para garantizar la operación continua.

El costo final dependerá del alcance: desde una versión básica por 2,000 millones hasta una integral de más de 8,000 millones de dólares. “Es una cifra muy grande y el país debe evaluar su capacidad de absorber ese nivel de actividad económica”, apuntó el administrador.

La obra tiene como telón de fondo la competencia creciente en el comercio energético mundial. Panamá pretende aprovechar el auge de las exportaciones de gas de Estados Unidos hacia Asia, negocio que podría duplicarse en los próximos diez años.

Descarga la nueva edición de la revista Greentology

¿Cuál será el impacto de la obra?

El presidente panameño, José Raúl Mulino, lanzó oficialmente el proyecto el 3 de septiembre en Japón, donde la empresa Sumitomo mostró interés. El calendario prevé precalificación este año y adjudicación en el cuarto trimestre de 2026.

Durante la construcción se estima la creación de 6,500 empleos y un impacto económico de 590 millones de dólares anuales. Una vez en operación, la aportación al PIB sería de 3.6% y se generarían más de 9,600 puestos de trabajo junto con ingresos de hasta 1,500 millones de dólares al año.

La ACP calcula que el ducto, de arrancar en 2027, permitirá transportar unos 2 millones de barriles diarios y mover 53 millones de toneladas de combustible hacia 2040, consolidando al canal como un corredor energético clave entre Estados Unidos y Asia.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Compartir.
Exit mobile version