El vidrio, opción más saludable y sostenible para conservar alimentos
Un menor impacto medioambiental y numerosos beneficios para la conservación de los alimentos ponen al vidrio como el envase más sostenible
Los primeros envases de vidrio aparecieron hace más de 5,000 años. Este material ha superado con creces la prueba del tiempo y es, junto a la cerámica, el envase más antiguo y utilizado para conservar algo tan esencial como son los alimentos. Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que se celebró el 16 de octubre, es buen momento para resaltar los beneficios del vidrio a la hora de conservar bienes tan preciados.
Se considera una llamada de atención a las problemáticas mundiales derivadas de la producción y consumo de alimentos, desde su impacto medioambiental hasta el desperdicio de millones de alimentos. Son muchas las variables a tener en cuenta, siendo una de las que más importancia ha adquirido en los últimos años el envasado de los alimentos.
Sabemos la huella que dejan en el planeta los envases de plástico, razón de más para tener en cuenta envases alternativos que incorporar en nuestro consumo diario. El vidrio goza en España de una buena reputación, además de ser el material más reciclado.
Por si el factor sostenible no fuera suficiente, el vidrio es quizá la opción más saludable para conservar y almacenar los alimentos. También lo ven así los consumidores, según un estudio independiente encargado por Friends of Glass y Federación Europea de Fabricantes de Vidrio (Feve), que señala que el 91 por ciento de los consumidores recomienda el vidrio como el mejor material de envasado.
- El vidrio es químicamente inerte; es decir, que no reacciona física o químicamente al contacto con su contenido o el entorno.
- Es totalmente aséptico gracias a esta naturaleza inorgánica, por lo que no afecta al sabor u olor de los alimentos que contiene.
- No sufre oxidación ni corrosión ambiental, además de ser muy resistente al calor.
- Se fabrica con materias primas abundantes en la naturaleza (arena, carbonato de sodio y caliza) en lugar de recursos fósiles.
- Es 100 por ciento reciclable y conserva todas sus propiedades tras el proceso de reciclado.
Saludable, fiable y ecológico
El vidrio no se fabrica con químicos dañinos, ni necesita capas internas como barnices o plásticos para estar en contacto con los alimentos, facilitando así los procesos de reciclado, pero también garantizando que dichos alimentos conserven todas sus propiedades nutricionales y organolépticas, como el aroma y el sabor.
Aunado a lo anterior, en línea con uno de los objetivos planteados por la ONU en el Día de la Alimentación, la reducción del desperdicio de alimentos (las estimaciones señalan que se desechan el 34 por ciento de los alimentos aptos para consumo), las características físicas del vidrio, el hermetismo y la resistencia a los cambios de temperatura, permiten almacenar los alimentos durante mucho más tiempo en buenas condiciones, evitando así su desperdicio.
Por otro lado se ha visto que, en el camino hacia la sostenibilidad, en ocasiones volver a lo tradicional es lo más fácil y lo más respetuoso con el medio ambiente. Un experimento de la plataforma ZEO estimó que las emisiones de CO2 que se generan al reciclar envases de plástico es de 4.92kg, frente a los 0.33kg del vidrio.
Hay que tener en cuenta no sólo la huella de carbono generada con el reciclaje, sino todas las emisiones de CO2 producidas durante la fabricación y distribución de los envases. Afortunadamente, los avances tecnológicos han permitido mejorar la eficiencia energética de los procesos industriales de fabricación del vidrio, haciendo que consuman menos energía durante los mismos y que, por tanto, emitan menos gases contaminantes.
En general, el proceso de fabricación de un envase de vidrio es mucho más sostenible que uno de plástico empezando, por ejemplo, por los materiales que utiliza. Parte de materias primas naturales abundantes y de fácil extracción, con lo que tienen un menor impacto ecológico.
En la actualidad, el principal componente de los envases de vidrio es el propio vidrio reciclado; esto significa que se fabrica con calcín, sustituyendo a las materias primas. Esta es quizá la razón que convierte al vidrio en el envase más sostenible, ya que su reciclado es infinito sin perder nunca la calidad, convirtiéndose así de nuevo en envase. La gran ventaja de no perder calidad durante el proceso de reciclado hace que sea un material de reciclado apto y seguro para la creación de nuevos envases.