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El plástico se posiciona como un aliado en la lucha contra la pandemia

OFEC


A partir de la llegada de la variante Ómicron al país se observó un incremento en el número de contagios, lo cual se ha hecho exponencial durante las últimas semanas

A pesar de que aún no hay una fecha exacta para que esta pandemia termine, tenemos que seguir a la defensiva protegiéndonos con las medidas sanitarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Bajo este panorama, un aspecto clave que ha sido fundamental en la defensa contra este virus, es el uso del plástico como aliado en protección y combate contra el COVID-19.

Su importancia se ha hecho presente en la gran variedad y multiplicidad de herramientas, soluciones y objetos de plástico, que han salvado millones de vidas alrededor del mundo desde hace más de 30 años, y con mayor razón en estos últimos dos años.

De esta forma, desde el inicio de la pandemia, hemos sido testigos de los héroes sin capa de la salud que han estado día a día en la defensa contra esta crisis sanitaria, y desde un comienzo han requerido con urgencia diversos elementos que los protejan y los ayuden a combatir este virus; como máscaras, tapabocas, ropa médica, gafas de protección, entre otros insumos médicos.

Todos estos elementos los caracteriza algo en común, que están elaborados de un elemento versátil, higiénico e innovador: el plástico.

“A pesar, de las diversas polémicas que hay alrededor de este material, es importante señalar que ha ayudado en todo el mundo para disminuir los contagios y evitar la propagación de enfermedades. De la misma forma, en la medicina, la mayoría de los implementos que ayudan a atender la pandemia actual están fabricados a partir de resinas plásticas; tal es el caso de los respiradores, las mangueras de venoclisis, jeringas, etcétera, por mencionar algunos”, señaló Jorge Chahin, presidente de la Organización en Favor de la Economía Circular (OFEC).

Asimismo, sin el plástico no nos podríamos proteger como lo hacemos actualmente. No se podría conservar convenientemente muchos de los alimentos que consumimos, ni abastecernos de agua potable tan fácilmente, por poner solo algunos ejemplos.

Se estima que los productos de plástico crecieron seis veces más durante la pandemia que durante el uso ordinario. La demanda de jeringas para cumplir con el programa de vacunación contra el COVID-19 se incrementó en un 35%.

Si bien, es cierto que el proceso de vacunación ayuda en esta batalla, no se ha demostrado del todo su efectividad y las nuevas variantes, entre ellas Ómicron, parecen evadir el proceso de inmunización; por fortuna, el plástico sigue siendo una barrera protectora.

Por otra parte, las bolsas y empaques de plástico que son utilizadas para la conservación de los alimentos, permiten extender su vida útil por más de 30 días; además de evitar la propagación de enfermedades transmitidas por alimentos (virus y bacterias).

Las bolsas y empaques de plástico, por motivos de inocuidad, están permitidas en los expendios de alimentos frescos, preparados y refrigerados.

Por ello, en esta lucha muchos han sido los esfuerzos de la industria privada, gobiernos, empresas, y gente diversa por ayudar y aprovechar la importancia del plástico ante el COVID-19; tal es el caso de la OFEC, asociación civil legalmente constituida por 257 empresas de la industria del plástico, fabricantes, comercializadores, recicladores y recolectores.

La OFEC ha estado trabajando de la mano con más de 18 estados de la República y 100 municipios para replicar el modelo de economía circular en todo el país. Asimismo, trabajó desde hace dos años en conjunto con el Senado de la República para lograr una Ley General de Economía Circular, la cual fue aprobada el pasado 17 de noviembre por el Pleno del Senado.

En el Senado de la República se aprobó recientemente la Ley General de Economía Circular.

“Finalmente, podemos afirmar que el plástico es el gran aliado del hombre. En la salud ha logrado mantener el cuidado de nuestra salud, pero, sobre todo, permite que las personas y los gobiernos sean mayormente responsables.

“Y si bien, los tiempos de crisis no son los mejores para aprender y corregir el camino, se puede empezar a construir un panorama del uso del plástico como medida responsable, y aprovechar todas las bondades que siempre tendrá para nosotros”, comentó Jorge Chahin.

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